Símbolo que nos identifica como ticos ante el mundo

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El icónico vehículo de madera jalado por dos bueyes ha trascendido el paso del tiempo y el desarrollo de la tecnología, para convertirse en un símbolo de la identidad costarricense.

Las carretas permitieron no solo el transporte de productos como café, banano y cacao, sino el traslado de materiales para construir las primeras edificaciones de la Costa Rica de antaño.

Su papel en las labores agrícolas ha sido y aún sigue siendo fundamental. En la fábrica de Eloy Alfaro en Sarchí todavía se confeccionan carretas para uso agrícola, pero también con fines decorativos.

Por sus grandes aportes a la historia, la cultura, la economía y la sociedad de Costa Rica la carreta ha sido objeto de varias distinciones. El decreto N.° 18197-C, del 22 de marzo de 1988, la declara como “símbolo nacional del trabajo” y desde el 2005 la tradición del boyeo y la carreta son obras maestras del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad, distinción que otorga la Organización de Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco). El reconocimiento de la fábrica de carretas de Eloy Alfaro como patrimonio industrial de Costa Rica es el primero en su categoría y aunque representa un orgullo para la comunidad sarchiseña, en el pasado hubo algunos tropiezos. En el 2011 permaneció clausurado por carecer del permiso sanitario de funcionamiento. “El problema fue una serie de denuncias que interpuso una vecina ante el Ministerio de Salud, por supuesta contaminación sónica, pero luego nos dimos cuenta de que eran meras rencillas personales”, declaró Diego Cruz, uno de los actuales propietarios del negocio.

Según confirmó Cruz, actualmente se cuenta con todos los permisos respectivos para el funcionamiento de la fábrica, una tienda de suvenires y un restaurante.