San José (Redacción). Las personas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) son menos capaces de reconocer las emociones faciales de otros, especialmente el miedo y la alegría, que quienes no tienen la enfermedad.
Son los resultados de un estudio de la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Roma que fue publicado en la revista BMC Psychology y en el que se explica que el mecanismo para reconocer emociones es complejo y que involucra diversas regiones del cerebro, incluyendo las responsables del aprendizaje, la adaptación del comportamiento, la memoria y las emociones.
Para llegar a esos resultados, los investigadores pidieron a dos grupos de personas (unas con el virus y otras no) identificar varias emociones: disgusto, enojo, miedo, alegría, sorpresa y tristeza.
De todas, el miedo fue la que resultó más difícil de identificar por parte de quienes estaban infectados de VIH.
A quienes habían sufrido más eventos producto del síndrome inmune detectado de la deficiencia (SIDA) que ocasiona el VIH les resultaba más difícil reconocer la alegría en otros.