Sensación de volar

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Desde niña me han llamado la atención esas pequeñas cosas que son diferentes, que mueven al mundo. Siempre me ha apasionado la música instrumental, sus altos y bajos, esas alegrías y tristezas que cambian nuestras emociones. Con ella somos capaces de armar nuestra propia historia, llenarla con nuestras palabras.

Mi madre solía llevarme a conciertos de la Sinfónica Nacional, pero un día decidí asistir a un concierto de la Filarmónica con mis amigos, el tributo a “Los cuatro grandes”.

¿Cómo describir la alegría que se me desbordaba en el Teatro, cuando esas personas entonaban Here Comes the Sun junto a la orquesta? Mi emoción por la creatividad que llenaba cada canción no tuvo fin.

Comencé a investigar y una amiga me invitó entonces a ver en su casa uno de los más recientes musicales basados en los Fabulosos Cuatro: Across the Universe , repleto de canciones hermosas y conmovedoras. Continuó con Help! y quedé tan maravillada que me prestó uno de sus tesoros: Yellow Submarine . No puedo decir con exactitud la cantidad de veces que por mi enorme curiosidad la vi y la mostré.

La banda más exitosa de todos los tiempos deja el mundo del arte con grandes misterios que hace que cada vez nos enamoremos más del cuarteto de Liverpool. Me di cuenta de que podía escuchar la misma canción cientos de veces y seguir sorprendiéndome con un verso que antes no comprendía.

¿Nunca has tenido la sensación de volar? ¿De llegar tan alto que puedes tocar los diamantes del cielo? Es esa manera de ver el mundo la que los hacía pensar que todo era alcanzable con una melodía. Muchos de esos versos sin sentido nos enseñan que la vida es tratar de encontrarle una explicación a cada momento y eso es lo que, a mi parecer, vuelve auténticos a Los Beatles.

No hay canción que se parezca a la otra, cada pieza tiene algo que la convierte en la única banda que me hace pasar horas tratando de descubrir ese “ cranberry sauce” al final de la letra.

La complejidad y simpleza de sus canciones es lo que más atrapa y, sin darnos cuenta, estamos en Strawberry Fields .

Creo que no soy la única que daría lo que fuera por regresar el tiempo, asistir a un viaje en la azotea, devolverme a cuando los Blue Meanies eran los más temidos villanos y All You Need is Love, el lema de la época que motivaba a miles de fanáticos.