La jefa de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca), la salvadoreña Yolanda Mayora de Gavidia, renunció en la tarde de ayer, en medio de un conflicto generado porque cuatro países intentaron destituirla.
La renuncia fue confirmada por la ministra costarricense de Comercio Exterior (Comex), Anabel González.
La funcionaria costarricense calificó como algo muy lamentable la renuncia de Mayora. “Tengo la impresión de que hoy ha sido un día muy malo para la integración centroamericana”, enfatizó González al consultarle sobre el caso.
La salida de la secretaria de la Sieca se da en una tensa situación generada porque tres presidentes centroamericanos, excepto Costa Rica y Nicaragua, acordaron destituirla el 16 de diciembre. Un representante nicaragüense aprobó el acuerdo en aquella reunión.
En medio de la tensión, empresarios del Istmo gestionaban más seguridad personal para Mayora, reconoció ayer en la mañana Mónica Araya, presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica.
El acuerdo tenía dos problemas: se tomó sin la presencia de Costa Rica y fue cuestionado por el Comex, pues solo puede ser aprobado por el Consejo de Ministros de la Integración Económica (Comieco).
Además, Costa Rica argumentó que no se aplicó el debido proceso, pues no medió la denuncia de ningún país y la posterior investigación, como señala la legislación.
En una reunión del Comieco, el 7 de enero, no se concretó la destitución de Mayora, ya que Costa Rica se opuso y no se logró el consenso exigido.
El canciller de Guatemala, Haroldo Rodas, convocó entonces a una reunión de ministros de la integración y cancilleres, ayer, en la capital de ese país, donde también está la sede de la Sieca.
El Gobierno costarricense pidió cambiar la fecha en vista de que el canciller, René Castro, está de gira por Europa, pero la gestión no prosperó, según detalló ayer González.
Luego de la reunión conjunta de ministros en la Cancillería de Guatemala, en la mañana de ayer, los del Comieco se quedaron solos y fue cuando la jefa de la Sieca llegó a presentar su renuncia, según la versión costarricense.
Se abre un proceso para buscar sustituto, en el cual Costa Rica estará vigilante de que se cumplan los procedimientos y se exijan requisitos, dijo la ministra González.
“En esta etapa fundamental –agregó– es necesario garantizarse el estricto apego a la institucionalidad y que se nombre a la mejor persona y no porque es pariente o amigo de uno u otro”.