Se detuvo el paso del  caballero del romance

Con un homenaje público, México despidió a Roberto Cantoral, creador de recordados boleros como El reloj, La barca y Noche, no te vayas. Un infarto le cobró la vida al compositor de 75 años, el sábado en la noche

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Se detuvieron las manecillas del reloj para quien durante toda una vida emocionó corazones con nostálgicas letras, que sirvieron para enamorar a muchas generaciones alrededor del mundo. Sin embargo, el trazo de la prolífica pluma del compositor mexicano Roberto Cantoral continúa intacto: vivo e inolvidable.

Honrando su obra y su nombre, México despidió con honores al famoso compositor que llegó a crear en vida más de 100 canciones, con las cuales reconocidos artistas construyeron su historia musical.

Quien se ganó el título de maestro gracias a temas como El reloj, La barca y El triste, dejó este mundo el sábado, a las 9 p. m., en un hospital de Toluca, en México. Sufrió un infarto, luego de batallar durante dos años con múltiples enfermedades.

Ayer, domingo, se hizo público su deceso. Días atrás, Cantoral había sido sometido a una operación de la columna, de la cual no pudo reponerse por completo, según informó el diario mexicano El Universal.

“Desde hace dos años, su salud se fue mermando por el paso del tiempo. Primero, padeció de los riñones, luego del hígado y después de la vesícula, complicaciones que fue superando, pero que mermaron su energía”, dijo a la prensa el compositor Manolo Marroquín, quien hizo pública la noticia.

Sin embargo, fue un cuadro de neumonía que presentó el sábado el que le dio la estocada final.

Tras la noticia de su muerte, el homenaje no se hizo esperar. Sus restos fueron llevados ayer en la tarde al Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México, el máximo privilegio con el que el país honra a sus más destacados artistas.

Al homenaje, que duró unas dos horas, acudieron cientos de personas, así como la familia del compositor, entre quienes estuvo su hija, la actriz Itatí Cantoral.

Su amigo de toda una vida y compañero de andanzas, el maestro Armando Manzanero, fue de los primeros en hacerse presente.

Artistas y compositores como Alfredo Jiménez (hijo), Jaime Almeida, Manolo Marroquín, Fabiola Campomanes, Armando Báez Pinal, Gualberto Castro y Tina Galindo realizaron una guardia de honor al lado del féretro del autor de El crucifijo de piedras.

Tras la emotiva despedida, el grande la música mexicana fue traslado nuevamente a su casa, donde sería velado hasta hoy,

“Ningún homenaje dará el reconocimiento que merece el maestro Cantoral. Cualquier cosa que hagamos será una aportación a la memoria y el talento que nos regaló”, dijo Manzanero, quien se excusó ante la prensa porque no se sentía capacitado para hablar.

“Fue un señor que dio su vida por el derecho de autor y, además, lo hizo con todo su amor por sus compañeros y por la gente que realmente necesitaba que le retribuyeran su trabajo”, añadió Manzanero.

En horas de la mañana, Manzanero también asistió a un misa que se celebró en honor de su gran amigo, según le dijo a Viva Laura Blum, asistente del artista.

Exportador de talentos. La estela de Roberto Cantoral impactó la carrera musical de boleristas, intérpretes de música romántica y de rancheras.

Con sus letras y melodías, él ayudó a forjar carreras de grandes artistas. Gracias a temas de Cantoral, como El reloj y La barca, Luis Miguel se convirtió en bolerista.

Plácido Domingo, Emmanuel, Lucía Méndez y Kalimba, entre otros, se encargaron de mantener vivas, en la época actual, sus prodigiosas letras.

Sin embargo, mucho antes de ellos, Cantoral ya había escrito su nombre en la historia. De su pluma nació El triste, tema con el cual el mexicano José José se dio a conocer fuera de las fronteras de su país.

José Feliciano, Lucho Gatica, Los Panchos, Olga Guillot y el Trío Calaveras contribuyeron a popularizar sus obras y a consolidar las rancheras y la música romántica en América Latina.

Temas como El reloj, escrito hace 50 años, ha sido grabado más de 1.000 veces en decenas de idiomas, mientras que La barca y El presonúmero nueve tienen más de mil versiones distintas.

El autor de La nave del olvido también tuvo su momento como cantante, siendo su época más prolífera durante las décadas de los años 60 y 70. Su voz bien timbrada lo convirtió en uno de los cantautores solistas más exitosos en México.

En solitario, el mexicano actuó en unas 1.500 ocasiones, en 120 países de Hispanoamérica, pero también en escenarios de Italia, Grecia, Brasil, Japón y Bulgaria.

No en vano, Cantoral fue nombrado presidente vitalicio y honorario de la Sociedad de Autores y Compositores de Música (SACM), de México, puesto que ocupó desde la década de los años 80 y que, cuando su salud se complicó, asumió su amigo Manzanero.

“Es el más grande dirigente que ha tenido nuestra sociedad; fue el que llevó a la cúspide internacional a la SACM y, sobre todo, elevó la calidad de vida de los compositores”, dijo Manolo Marroquín.

Por medio de esa asociación, el cantautor viajaba a diferentes países, donde promovió entre compositores y asociaciones de músicos la importancia de defender los derechos de autor.

En un mensaje en su página en Internet, la SACM escribió: “Ese gran hombre, cuya barca inundada de música y poesía recorrió el mundo entero, vio detenerse las manecillas de su fecundo reloj”.

Anécdotas ticas. Costa Rica, país al que también llegó el talento de Cantoral, reconoce el gran aporte del cantautor y lamenta su pérdida.

Roberto Cantoral vino a Costa Rica hace 10 años, en el marco de un congreso de compositores y artistas que se realizó en el Hotel San José Palacio.

El maestro y compositor Otto Vargas conoció al mexicano durante esa visita. Hoy lo recuerda como un creador incontenible, cuyo legado nunca se apaga.

“Fue un compositor que trascendió generaciones. Sus temas fueron interpretados desde Lucho Gatica (quien tiene 81 años) hasta artistas contemporáneos como Luis Miguel”, expresó Vargas.

“En México deben de estar impactadísimos porque él fue uno de los compositores más exquisitos. Sus canciones han sido ejecutadas por más de 100 intérpretes. Todas las composiciones de él fueron grandes éxitos”, añadió Vargas.

El maestro costarricense recordó que Cantoral daba a conocer sus composiciones por medio del recordado trío Los Tres Caballeros, del cual fue fundador y miembro.

Esa opinión fue compartida por el cantante Gerardo Lalo Rojas, gran admirador de Cantoral, quien también departió con el maestro durante su visita a suelo tico.

Él recordó que el mexicano era la segunda voz y guitarra de aquel trío, que también estuvo integrado por el cantante Leonel Gálvez y el guitarrista Benjamín Chamín Correa –único que sobrevive–.

Gálvez fue reemplazado posteriormente por Raúl Shaw Moreno.

“Cantoral fue un hombre talentosísimo. Sus boleros calaron en toda América Latina. Fue muy ordenado en su vida, nunca despilfarró”, añadió Lalo Rojas.

“Cantoral escondía un alma grandísima, y sus versos lo revelan”, puntualizó el bolerista tico.

Rafa Pérez, reconocido cantante nacional, también se refirió a la muerte de Cantoral: “Definitivamente fue una de las grandes figuras de México. Él fue el alma del trío. Los que pasamos por tríos pasamos por sus canciones”.

Otra faceta de este artista de pluma incontenible recordada en Costa Rica es su intervención para que la Asociación de Compositores y Autores Musicales de Costa Rica (ACAM) se uniera a la SACM.

Así lo recordó Carlos Guzmán, integrante de la agrupación Gaviota. “Los músicos costarricenses tenemos mucho que agradecerle porque Roberto Cantoral dio un gran apoyo a ACAM”, comentó el integrante de Gaviota.

Entre estos y otros recuerdos, lágrimas y nostalgia, el mundo le dice adiós a una pluma inspiradora, de las que hoy quedan pocas, y una música romántica que se niega a morir y sigue enamorando.

Colaboraron Yendry Miranda y Alexánder Sánchez.