La exigencia de los futuros diputados del PLN de que se les asigne oficinas cercanas al plenario pone a la administración del Congreso contra las cuerdas y genera encontronazos con otros legisladores electos y funcionarios.
Las discusiones son el pan de cada día en la Asamblea, en medio del correcorre por tener todo listo para el cambio de mando del 1.° de mayo, cuando los nuevos 57 diputados asumirán el cargo ganado en las elecciones de febrero.
Los futuros congresistas del Partido Liberación Nacional (PLN) no quieren tener su despacho en la antigua biblioteca de la UACA, en barrio Escalante, como sucede con 14 oficinas verdiblancas desde el 2008.
“Ellos deben estar cerca del plenario”, dijo el congresista electo por el PLN Luis Gerardo Villanueva, quien recalcó que la solución a todo este problema está en la construcción de un nuevo edificio parlamentario.
Los liberacionistas debieron abandonar sus antiguos despachos en los edificios Lam, en el 2007, ante el desalojo que ordenó el Ministerio de Salud .
Estos despachos estaban ubicados a un costado del edificio principal de la Asamblea.
Por eso la administración de la Asamblea decidió reubicar oficinas en el edificio principal para abrir campo a diputados. No obstante, la decisión genera “molestias”, aceptó ayer el director ejecutivo del Congreso, Antonio Ayales.
“La cercanía del personal a los diputados es fundamental para su buena función”, reconoció Ayales.
Sin embargo, entre los planes de la administración está el mover a los empleados de la Dirección de Prensa y Protocolo de la Asamblea para ceder ese espacio a nuevos congresistas verdiblancos. Reacción. La directora de prensa y protocolo, Karla Granados, recalcó que necesitan claridad sobre el lugar al que los van a trasladar pues sus servicios son de apoyo para los mismos diputados y la prensa, y el estar lejos del plenario legislativo dificulta su labor.
“A mí no me lo presentaron como una opción, solo me informaron de que tenía que salir de mi oficina, a lo que yo no pongo objeción”, declaró Granados.
El embrollo se hace cada día más grande pues los nuevos diputados toman posesión de su cargo el sábado, y, según Ayales, a esa fecha no habrán acabado los traslados.
A esto se suma la negativa de algunos legisladores a desocupar su despacho para hacer espacio a los funcionarios administrativos que se deben trasladar a las oficinas de Los Yoses; ese es el caso del verdiblanco Jorge Sánchez.
“Termino el 30 de abril y hasta ese día desocupo mi oficina”, dijo.
En medio de la premura y las presiones, Ayales reconoció que aún no hay claridad sobre el costo de los traslados, pero sí es evidente que todo esto genera malestar.