¿Quiere su combo con estatinas?

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Para muchos la idea puede parecer un chiste, pero un respetado equipo de cardiólogos británicos ha propuesto las ventajas de agregar un nuevo “condimento” a los combos de comida rápida.

Su iniciativa consiste en proveer al consumidor, además de ketchup y mostaza, sobrecitos con estatinas, los fármacos usados para reducir el colesterol.

La justificación de los científicos, liderados por Darrel Francis, del Imperial College London, es clara: neutralizar los peligros para la salud que proveen las comidas altas en grasa.

En su controversial estudio, publicado ayer en el American Journal of Cardiology , el equipo de cardiólogos argumenta, basado en estudios de la efectividad de las estatinas para reducir el riesgo de sufrir infartos realizados en más de 40.000 pacientes, que el consumo de una estatina puede contrarrestar el aumento de riesgo de enfermedad cardiovascular que provee consumir 36 gramos extras de grasa al día, justo la cantidad de grasa que se ingiere al comer una hamburguesa con queso y un batido.

Según los investigadores, al igual que una cajetilla de cigarrillos viene con la leyenda de que “fumar es nocivo para la salud”, los combos deberían traer su propia advertencia y la estatina sería como el cinturón de seguridad de los automóviles que debemos usar si decidimos exponernos a la conducta riesgosa de consumir grasa en exceso.

Lo cuestionable de la propuesta es que es desconocido si el consumo de una dósis de estatina esporádica puede tener algún efecto en la salud de la persona, pues las ventajas de estos fármacos se han dado en regímenes de dosis diarias de los mismos. ¿Tomar una estatina anula los efectos de un combo? La respuesta más honesta es que no se sabe.

La otra gran pregunta es si es conveniente dejar a la libre el consumo de un fármaco como las estatinas, pues una de cada 1.000 personas que las utiliza desarrolla problemas en el hígado, mientras que una de cada 10.000 sufre daños en los riñones.

Aunque hay quienes abogan por poner estatinas hasta en el agua que tomamos, con tal de reducir los infartos en la población, quizás lo más conservador es continuar con terapias individualizadas y recetadas por el médico' pero, quién sabe, puede que en un futuro cercano le ofrezcan con su combo una dosis de estatinas'