La desvinculación de una compañía es un tema para el que pocos están preparados, aún más cuando es de manera inesperada.
Por esta razón es indispensable saber qué hacer y cómo actuar ante este acontecimiento que amerita un tiempo para pensar y organizarse en materia laboral.
Se trata de una prueba porque el trabajo suele ser más que un aspecto de la vida.
En la oficina, se conocen compañeros, se crean vínculos, se genera un compromiso con las actividades y, en general, nacen costumbres acordes a la cultura de la empresa, por lo que la salida siempre trae dolor y es necesario hacerle un “duelo”, menciona Natalia Bonilla, asesora en recursos humanos y especialista en comunicación estratégica.
La experta reconoce que es normal sentir frustración que afecta la autoestima, más si la razón por la cual se dio el despido no fue clara, por ello recomienda:
1. Evaluar las ventajas del trabajo y de la empresa en que laboró.
2. Examinar sus fortalezas y debilidades como trabajador en la compañía, los aspectos en los que falló y que podría mejorar en un próximo empleo.
De esta manera, luego de un análisis exhaustivo es más fácil superar la salida,y emprender nuevos retos laborales.
Además, e”s necesario tener alternativas que permitan organizar las finanzas para proyectarse a mediano y largo plazo, así puede atender oportunamente sus obligaciones y definir prioridades”, explica Juliana Otálvaro, consultora de Hays, firma mundial de selección de personal especializado.
Otálvaro afirma que es fundamental establecer tácticas para iniciar la búsqueda activa de oportunidades laborales que estén alineadas con las expectativas profesionales y personales. Para esto, es primordial realizar un análisis personal donde identifique sus competencias, experiencia y perfil construido para enfrentar nuevos desafíos a fin de seguir adelante.