Punzaditas que alivian

Esta milenaria técnica oriental es cada vez más utilizada por la ciencia y la medicina tradicional para mejorar la calidad de vida, aliviar dolencias y hacer tratamientos estéticos.

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El escenario es el de cualquier cirugía de corazón abierto. Sin embargo, hay una gran diferencia: el paciente está consciente y, aunque su músculo cardíaco permanece expuesto, no hay muestras de dolor.

En vez de anestesia, los cirujanos emplearon la acupuntura. Le colocaron varias agujas en distintas partes del cuerpo y, mediante impulsos eléctricos, consiguieron sedar al paciente sin necesidad de “dormirlo”.

Los videos de una cirugía como esta, así como de cesáreas y otros procedimientos quirúrgicos asistidos por la acupuntura, son cada vez más numerosos en Internet y en congresos médicos.

Esta técnica oriental cuyos orígenes se remontan más de 6.000 años atrás en China, es usada por la ciencia y la medicina alopática (tradicional) para mejorar la calidad de vida de las personas y aliviarles diversidad de dolencias; también tiene aplicaciones estéticas (como reemplazo al uso del bótox, por ejemplo).

Su efectividad ha sido comprobada en variedad de estudios. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la acupuntura es recomendada para más de 40 padecimientos como dolores de dientes, de oídos, sinusitis, rinitis, laringitis, gripes, bronquitis, asma, alergias, náuseas, estreñimiento, colitis, hipertensión, cistitis, incontinencia urinaria, irregularidades menstruales, infertilidad, síndrome menopáusico, problemas muscoloesqueléticos (artritis, fibromialgia, dolores lumbares y cervicales, túnel carpal), así como problemas emocionales y neurológicos (depresión, ansiedad, insomnio, neuralgia, parálisis y mareos).

Aunque se publicita como un tratamiento para bajar de peso, los especialistas aclaran que estos resultados en realidad se obtienen porque la acupuntura ayuda a controlar la ansiedad (que induce a la persona a comer en exceso), pero por sí sola no elimina los kilos de más.

Tratar la energía vital

De acuerdo con Yu Chen Hu Hu (uno de los únicos cinco médicos acreditados en el país para practicar esta técnica), la función principal de la acupuntura es hacer presión en ciertos puntos del cuerpo para producir un efecto reflejo en otros órganos y así equilibrar, estimular o sedar la llamada energía vital o chi.

Para ello, se utilizan agujas de distinto tamaño y grosor, según la intención del médico y el caso a tratar. Las hay de varios materiales, pero las más empleadas hoy son las de acero inoxidable, que además, deben ser desechables para evitar la transmisión de enfermedades. Estas agujas se introducen en la piel, a una profundidad de uno a tres centímetros y se manipulan según la dolencia (algunas se suben y bajan, otras se hacen vibrar o se giran).

Con los años, se ha determinado que en el cuerpo humano existen al menos 365 puntos debidamente probados y distribuidos dentro de 14 “meridianos básicos” (líneas imaginarias en las cuales, según los chinos, se divide el cuerpo). Las agujas se colocan en esos puntos.

Los más importantes –aquellos que regulan el fondo energético– están en los antebrazos, entre el codo y los dedos, y en las piernas, entre las rodillas y los pies, agregó el médico Mauricio Carmona Tack, otro de los especialistas acreditados para el ejercicio legal de la acupuntura.

Muchas veces, además de estimular lugares específicos en el cuerpo, los acupunturistas hacen presión con agujas en ciertas zonas de las orejas de los pacientes. Ello, porque se ha descubierto que esos sitios –llamados puntos auriculares– se reflejan en órganos esenciales, como la glándula adrenal, la pituitaria, los ovarios y la tiroides.

¿Son dolorosas?

Se equivocan quienes piensan que soportar decenas de agujas en el cuerpo es para valientes. Los especialistas aseguran que las agujas empleadas no son más gruesas que un cabello y su inserción es prácticamente indolora.

“En algunos casos, las personas ni se dan cuenta de que ya pusimos la aguja. En otros, podría referir una pequeña molestia o pesadez, un leve ‘corrientazo’ o la sensación de una energía (el chi) moviéndose en el sitio en donde está la aguja. Sin embargo, la mayoría de la gente afirma que la acupuntura es muy relajante”, describió Carmona.

La acupuntura es tan noble, continúa el experto, que puede ser aplicada en individuos de todas las edades.

No solo agujas

Si bien en Occidente se reconoce como acupuntura al uso de delgadísimas agujas con fines terapéuticos, dentro de la medicina oriental esta modalidad de tratamiento consiste en la aplicación de varias terapias, como la moxibustión y las copas de succión, explicó el médico Chen Hu.

La primera consiste en usar las propiedades curativas de la planta artemisa en diferentes presentaciones y del calor que se genera al quemarla, para aplicarlo en los puntos donde se colocan las agujas.

La segunda técnica usa unas copas redondas de vidrio que son activadas internamente por el fuego y crean un vacío en el interior que genera una fuerza de succión. Estas ventosas activan puntos de energía en áreas específicas de la piel.

En las últimas décadas, la acupuntura se ha modernizado con el uso de la tecnología, Por ejemplo, en la actualidad existen aparatos que utilizan la electricidad en las agujas para provocar estímulos; a esto se le llama electroacupuntura. Hay también equipos para crear calor o succión, sin tener que recurrir a los métodos tradicionales.

“Además, se han adaptado modernas técnicas de higiene para practicar la acupuntura de forma responsable, como lo es el protocolo de desperdicios orgánicos y antisepsias”, indicó Carmona.

Una cita muy seria

Cuando una persona visita al acupunturista debe saber que acudirá a una cita médica como cualquier otra.

Para llegar a un diagnóstico, los especialistas realizan una precisa observación de la lengua, el pulso y el aspecto general del organismo. Muchos utilizan la pulsología, técnica que permite medir y analizar el pulso de cada órgano y víscera del cuerpo para saber si está funcionando bien. En la cita, el médico podría solicitar exámenes adicionales como pruebas de sangre o radiografías para completar el diagnóstico.

Después, el experto escogerá las agujas, según sea el caso, y las colocará. En promedio, se ponen hasta 30 agujas por sesión y estas duran puestas de 25 a 30 minutos.

¿Cuánto tiempo se debe esperar para ver resultados? Eso dependerá del padecimiento. Es probable que, desde la primera sesión, el paciente reporte algún alivio. Otras veces, los síntomas podrían comenzar a desaparecer hasta varios días después.

Las citas de control –aseguran los acupunturistas– son muy importantes para llevar a un buen término el tratamiento.

Buscar manos expertas

De acuerdo con la ministra de Salud, María Luisa Ávila, y el fiscal del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, Marino Ramírez Carranza, antes de someterse a un tratamiento de estos, el interesado debe investigar quién le aplicará la técnica, en qué lugar y bajo cuáles condiciones.

Lo ideal es que acuda a expertos debidamente inscritos en el Colegio de Médicos, porque la colocación de las agujas implica riesgos. Según un artículo del diario español El Mundo, una punzada en un sitio inapropiado puede provocar efectos secundarios como desmayos, neumotórax (aire en la pleura que rodea los pulmones), lesiones musculares y de nervios, hematomas en la zona lumbar y espinal, perforaciones en la pared intestinal e infecciones diversas.

La OMS advierte que debe aplicarse con sumo cuidado y estricta supervisión durante el embarazo, en ciertas urgencias médicas y afecciones quirúrgicas, en casos de tumores malignos y en trastornos hemorrágicos.

Pocos inscritos

En la calle abundan los rótulos de locales donde se hace acupuntura, pero no en todos la persona que aplica la técnica tiene los debidos permisos y la experiencia necesaria.

Los únicos profesionales certificados por el Colegio de Médicos –órgano responsable por ley de fiscalizar la práctica legal de la medicina y sus especialidades–, son los doctores Shurui (Daniel) CaiCheng, Oleg Soukhoverkhov Soukhoverkhova, Alejandro Álvarez Pitaluga, Yu Chen Hu Hu y Mauricio Carmona Tack.

Según el fiscal de la institución, para ejercer legalmente la acupuntura, la persona debe estar inscrita como médico y cirujano y, posteriormente, como especialista en acupuntura.

Si realizó los estudios en el extranjero, estos deben ser homologados y aprobados por la Junta de Gobierno del Colegio de Médicos. “Los que ofrezcan sus servicios como acupunturistas y no estén inscritos ante este Colegio, ejercen ilegalmente la profesión médica y podrían ser acusados penalmente ante el Ministerio Público”, aclaró el fiscal.

Quienes tengan dudas pueden llamar a los teléfonos 2210- 2244 y 2210-2245, o escribir a los correos plataforma@medicos.cr y fiscalia@medicos.cr