¿Puede la obesidad afectar el funcionamiento del cerebro?

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Todos sabemos que la obesidad no es buena para la salud. Los kilos de más pueden, entre otras cosas, llevarnos a desarrollar el llamado síndrome metabólico, una constelación de problemas de salud que lo hacen a uno propenso a sufrir enfermedad cardíaca y diabetes tipo 2.

Aunque ser obeso no es sinónimo de tener síndrome metabólico, muchos de quienes lo poseen son obesos. Se considera que una persona presenta el síndrome si tiene tres o más de las siguientes condiciones: hipertensión arterial, resistencia a la insulina, niveles sanguíneos elevados de triglicéridos, bajos niveles sanguíneos de HDL (el colesterol bueno ) y exceso de grasa abdominal.

Sin embargo, además de enfermedad cardíaca y diabetes, ¿es posible que el síndrome metabólico deteriore la función cerebral?

La respuesta es . Varios estudios científicos relacionan la presencia de daños neurocognitivos con el síndrome metabólico, mas hasta ahora se creía que era un efecto a largo plazo, tras varios años de poseer un metabolismo pobre.

Ahora, un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York (NYU) sugiere que los daños cerebrales son más inmediatos y pueden estar afectando a la gran cantidad de adolescentes que hoy en día ya padecen este síndrome, pese a su corta edad.

Para su estudio, el equipo dirigido por el doctor Antonio Convit reclutó a 49 adolescentes con síndrome metabólico y a otros 62 jóvenes sin dicha constelación de padecimientos.

Dentro de este segundo grupo, había algunos muchachos obesos, pero que no presentaban el conjunto de condiciones del síndrome metabólico.

A los más de cien jóvenes se les hicieron exámenes endocrinos, estudios de imágenes por resonancia magnética y evaluaciones neuropsicológicas.

Los investigadores hallaron que los adolescentes con síndrome metabólico, obtuvieron calificaciones más bajas en las pruebas de habilidades matemáticas y verbales.

También encontraron diferencias en la estructura cerebral: los muchachos con el síndrome tenían hipocampos más pequeños (esta es la zona del cerebro donde se procesan nuevos aprendizajes), entre otros cambios cerebrales.

Además, las diferencias eran mucho más profundas en aquellos que presentaban más de tres de las cinco características del síndrome, según revelan las conclusiones de su estudio que se publica en la más reciente edición de la revista Pediatrics .

Según Convit, estos hallazgos son una llamada de atención para que pediatras y padres de familia sean más estrictos en el control y en manejo de la obesidad en los adolescentes.

También anota la importancia de que, además de llevar el control del peso de los jóvenes, es importante incluir en su examen médico mediciones de presión arterial, colesterol, triglicéridos y tolerancia a la insulina para así determinar si el paciente padece el síndrome metabólico; si es así, tratar de revertirlo con un cambio en su estilo de vida, mejorando la alimentación e incluyendo más actividad física.

Es Estados Unidos, el 40% de los adolescentes presenta sobrepeso u obesidad. En nuestro país, uno de cada cinco niños o adolescentes padece de sobrepeso u obesidad, según revelan los datos de la última Encuesta Nacional de Nutrición.