El príncipe Guillermo de Inglaterra rechazó vivir en una base militar mientras dure su formación como piloto de helicóptero, porque de ser así no podría pasar tiempo junto a su novia, Kate Middleton.
El joven, segundo en la línea de sucesión del trono británico, indicó que prefiere residir en una casa de campo, ubicada en Gales, según informó el diario The Sunday Times .
La publicación indicó que esta decisión le costará al departamento de hacienda casi 1,7 millones de euros anuales (cerca de ¢11.411 millones) en protección extra.
El monto se utilizará para pagar el salario de 15 agentes armados de la policía de Gales del Norte, que protegerán al príncipe Guillermo las 24 horas al día.
Dicho monto se suma al gasto que supone normalmente la protección del nieto de Isabel II, a cargo de agentes de Scotland Yard, que le acompañan en todos sus viajes.
Esta decisión ha generado críticas en la prensa internacional y en los políticos británicos. “Es una decisión extravagante. El príncipe sabe que es un objetivo terrorista y la base le ofrecería la necesaria protección”, indicó el diputado conservador Patrick Mercer.