Laura Chinchilla lo advirtió al mediodía y su ministro de la Presidencia lo ratificó por la noche: “Ya no había mucho que raspar de la olla” para rebajar aún más el Presupuesto Nacional del 2012.
Carlos Ricardo Benavides, ministro de la Presidencia, confirmó en el Congreso que el recorte máximo que podrían hacer los tres poderes de la República y el Tribunal Supremo de Elecciones no supera los ¢4.900 millones.
Lo dijo mientras se celebraba la última sesión de la Comisión de Asuntos Hacendarios para discutir el presupuesto, en la que se esfumaban las pretensiones de la oposición de recortar ¢54.000 millones o ¢35.000 millones.
Según Benavides, la Asamblea Legislativa y la Corte Suprema de Justicia solo podrían cortar ¢600 millones cada una, mientras que el TSE, ¢500 millones y la Contraloría General, ¢200 millones.
Por último, el Poder Ejecutivo se socaría la faja con ¢3.000 millones, sin tocar Educación, Salud, Transportes y Seguridad.
“La nota común ha sido que ya el presupuesto está muy ajustado, que cada uno hizo un esfuerzo muy grande por hacer el presupuesto más eficiente, sin gastos superfluos ”, justificó Benavides.
El ministro recalcó que la suma planteada no puede considerarse una propuesta y, por lo tanto, no podía esperarse un acuerdo con los diputados de oposición.
Al cierre de edición, se manifestó inseguro sobre la forma en la que quedaría dictaminado el plan de gastos del 2012. Vaticinó que, si no hay un acuerdo, cada fracción llegará dividida al plenario para defender sus propios intereses.
Mientras, los diputados del PLN agotaban el tiempo para que la comisión se viera obligada a votar el presupuesto a las 11:55 p. m. sin discutir las mociones de la oposición, discutiendo temas sin validez. Por ejemplo, propusieron 42 mociones de orden para convocar a presidentes ejecutivos.