Preocupación en Chile por surgimiento de neonazis

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Santiago de Chile. Las imágenes de jóvenes cabezas rapadas con banderas y vestidos a la usanza nazi, que proferían gritos alusivos al hitlerismo durante el funeral de uno de ellos impactaron a una opinión pública chilena que desde semanas venía observando las públicas y controvertidas apariciones de bandas neonazis trenzados en reyertas con opositores.

A fines de junio, un joven dirigente de una célula neonazi murió acuchillado por un grupo de antifascistas. En su funeral una treintena de sus camaradas no ocultó el despliegue de indumentaria y adhesión al nazismo.

Unos meses antes la víctima había sido un muchacho punk el que había caído acribillado por cuatro neonazis, dos de los cuales permanecen prófugos.

La investigación policial por ese hecho de abril permitió descubrir una célula encabezada por el instructor de artes marciales Esteban González, quien se mantiene prófugo desde entonces. Al grupo de Tito van Damme, como se apoda al jefe neonazi, pertenecían dos militares y un policía, que al descubrirse su vinculación fueron despedidos de sus instituciones.

Desde diversos sectores surgieron voces de alarma ante el temor del surgimiento de un movimiento nazi poderoso. En el Senado una sesión especial estuvo dedicada a analizar el problema. Desde el oficialismo hasta la oposición derechista coincidieron en condenar y pedir medidas para mantener a raya a los neonazis.

Además de plantearse su inconstitucionalidad, algunos senadores propusieron endurecer las penas a los que se vean involucrados en hechos de violencia racista.

El presidente de la Cámara de Diputados, Antonio Leal, quien junto a judíos fue amenazado por un grupo neonazi, dijo no obstante que no tenemos que dramatizar, porque sigue siendo un fenómeno completamente marginal. Pero se están organizando y están pasando peligrosamente de las acciones declamativas a las agresiones.

El asesinato en abril del joven Tomás Vilches, del que se acusa a Tito van Damme y a sus compinches, derivó también en la investigación judicial por la posible existencia de una asociación ilícita.

El ministerio público no está investigando a los neonazis porque el ministerio público no persigue ideologías, sino delitos, dijo a la AP Roberto Navarro, vocero de la fiscalía.

Pero el portavoz señaló que pese a los meses transcurridos no ha habido una acusación o formalización de la investigación por la presunta asociación ilícita. Y remarcó que es muy temprano aún para decir si es un grupo peligroso.

Son unos 20 casos de violencia de neonazis o de sus contrapartes, los grupos antifascistas, los que están en la investigación de la fiscal Sonia Rojas. También se han registrado otras acciones de violencia con muertes en el interior del país en las que aparecen vinculados sospechosos de ser neonazis.

El historial de violencia atribuída a neonazis se remonta a 1993, cuando la joven democracia chilena dejaba atrás su largo sometimiento a la dictadura. Un incendio en una discoteca gay en Valparaíso, por presuntos neonazis, dejó una veintena de víctimas.

Muchachas y jóvenes punks han sido frecuentes víctimas de la violencia de células neonazis, que salen a cazarlos para propinarles golpizas como exige el manual de incorporación a los novatos que se integran al grupo, según han revelado algunos de ellos. Los punks son un estorbo, no realizan ningún bien, son una lacra, sostuvo en TV uno de los neonazis.

El sociólogo y abogado de derechos humanos Humberto Lagos Schufenegger, experto además en sectas, afirma que, al contrario de lo sostenido por el vocero judicial, ha quedado comprobada la existencia de una asociación ilícita, conformada por unas 20 a 30 células neonazis integrada cada una de ellos por un máximo de siete personas.

Me parece curioso que los tribunales no puedan establecer todavía la concatenación. Me parece curioso porque en mi opinión están dados todos los elementos para que eso suceda, dijo.

Me preocupan los intentos de reposicionar la ideología del nazismo y estas pandillas neonazis son un intento de reposicionamiento, agregó Lagos.

El gobierno se querelló contra los neonazis y su portavoz oficial, Ricardo Lagos Weber, manifestó que Chile no va a dar espacio para ningún tipo de viy menos violencia que se trata de fundar en la búsqueda de ideologías, ideas, racismo o discriminación.

Lagos señaló que si bien los neonazis chilenos son una réplica de grupos violentos formados en países europeos y en Estados Unidos y que su sustento ideológico es muy precario, los objetivos de su lucha son muy claros: los extranjeros, los homosexuales, las prostitutas, los judíos, los masones, todos ellos están sindicados como grupos sociales a los que hay que atacar a través de las barridas o limpiezas.

Pero advierte por la legitimidad que podrían obtener con su prédica de violencia xenófoba. Y señala que no es estableciendo sanciones penales que se va a combatir el surgimiento de estos grupos violentos. Acá hay que generar un tema de enseñanza, de pedagogía, porque quienes son suceptibles de ser capturados por estos grupos son los niños que están estudiando y que no tienen ningún argumento crítico, porque no se les ha entregado, respecto al comportamiento de estos grupos, dice el sociólogo y abogado.

Estas bandas neonazis parecen no tener relación alguna con las comunidades chileno alemanas. En los años siguientes a la Segunda Guera Mundial, un número de nazis buscó refugio en este país, entre ellos el ayudante del arquitecto del Holocausto Adolph Eichmann, Walter Rauf.

No hay relación alguna, concluye el politólogo Ricardo Israel, de la Universidad de Chile.

Estos neonazis provienen, en su mayoría, de los barrios pobres de las grandes ciudades, dijo Israel.