Picardía de otros años

Leonardo Vega Lizano

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

duranluzio@hotmail.com“¡Al fuego!' ¡Al fuego!” gritaba el cura Ramón Salvador Junoy mientras formaba una pira con los ejemplares de un libro que le entregaban algunos vecinos obedientes de Grecia, Alajuela. La hoguera iba a encenderse en el parque frente a la iglesia donde él era párroco para castigar al autor de un libro que el influyente sacerdote consideraba venenoso para la sanas conciencias de sus feligreses.

El libro tenía el festivo título de Pulguita Pulgar . Cuentos ticos con sal y pimienta. Corría el año de 1926. Hace poco, en la colección Letras Nacionales de la EUNED, apareció la segunda edición de esta obra en verso de Leonardo Vega Lizano, artesano, maestro y poeta de Grecia de Alajuela, nacido en 1896 y allí fallecido en 1936.

Hasta ahora, la única edición de esta obra era aquella, de 1926, publicada por la Imprenta Minerva, de San José, y condenada al fuego por el cura Junoy.

Un ejemplar de Pulguita Pulgar escapado de las llamas llegó a las manos de Abelardo Bonilla, quien escribió en su Historia de la literatura costarricense : “autobiografía de una pulga, en décimas octosílabas, que ofrece algunos rasgos de la novela picaresca y a la que siguen varias composiciones en diversos metros, cuentos o escenas cómicas populares. Es un libro ingenioso y despreocupado, de sátira”.

No dice más Bonilla de este relato precursor del tono y la visión picaresca en las letras de Costa Rica, y cuya fuerza satírica envuelve esa anécdota paralela, extratextual, digna de contarse.

Resulta que el libro es hoy apenas conocido porque fueron muy pocos los ejemplares que se salvaron del fuego que aquel fanático encendió en pública ceremonia.

¿Quién era este inquisidor criollo que con tal furia arremetió contra Vega Lizano? Era el sacerdote católico español Ramón Salvador Junoy, por entonces párroco de la ciudad por profesión y también autor, por afición, pero con grandes presunciones literarias; y presunciones fundadas en no pocos méritos: en 1919 había publicado Satrapías , un reportaje novelado y breve de denuncia.

En Satrapías , el religioso ataca a Roberto Brenes Mesén y a los hermanos Tinoco, bajo cuyo régimen Junoy padeció la prisión y la tortura, según su decir.

Luego, en 1922, dio a conocer El país de los sabios , notas en prosas donde arremete contra la educación laica y la prensa liberal.

En 1926, mismo año en que aparece Pulguita Pulgar , Ramón Junoy dio a conocer, con prólogo de Moisés Vicenzi, la curiosa novela El Dr. Kulman , considerada hoy como la primera narración de ciencia ficción escrita en el país.

¿Vio Junoy opacado su apetecido brillo literario por la aparición de esa irreverente pulga griega que se dice nacida “bajo el piso de la iglesia / en noche de navidad”? Pocas dudas caben al respecto pues Junoy continuó su cruzada con una campaña periodística en contra de una literatura que él calificaba de pecaminosa, capaz de “introducir en todas las moradas la licencia, la inmoralidad y el vicio”.

No obstante, tanto en el relato central sobre la pulga picaresca y viajera como en los otros “cuentos ticos con sal y pimienta” predomina un humor sencillo, y nada inmoral. Muchas son anécdotas tradicionales conocidas y vueltas a relatar en los versos festivos de Vega Lizano, quien, claro está, no disimula sus intenciones anticlericales.

Como otras ediciones de la colección Letras Nacionales, esta obra viene precedida de un prólogo informativo y documentado del investigador Luis Bolaños Ugalde, además de un glosario y notas al pie de página y apéndices relativos a la recepción del libro en el momento de su aparición: ahí se incluyen dos notas escritas por Junoy en Hojita parroquial. Semanario católico con licencia eclesiástica , en 1927, muy ilustrativas del estado de las ideas en aquellos días.