‘Paz’ que trajo diputado Granados al PLN en Asamblea permitió superar atrasos en impuestos, agro y tránsito

Luis G. Villanueva destaca retorno de la la coordinación con el Poder Ejecutivo

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El acceso al poder en la Asamblea Legislativa del Partido Liberación Nacional (PLN) por vía indirecta, por intermedio de Víctor Emilio Granados, permitió instaurar un periodo de “paz legislativa”, según el jerarca.

Esa “paz” se inició el 1.º de mayo del año pasado, y se consolidó con la nueva conformación de las comisiones que tramitan proyectos en el Congreso, hacia finales de ese mes.

La presidencia de Granados permitió al Poder Ejecutivo la aprobación de proyectos de ley que eran una especie de herencia “indeseable” en recintos legislativos, herencia que no muchos querían asumir. Esto se logró a brincos y a saltos por encima de los intereses de las fracciones de la oposición.

Entre esos proyectos, había relacionados con asuntos tributarios, como transparencia fiscal y el fortalecimiento de la gestión tributaria. También se dio trámite al plan de colocación de los eurobonos , considerado un financiamiento de urgencia para el Gobierno en meses de fuerte sequía monetaria.

La solución al cobro del impuesto de los bienes inmuebles llegó en pleno apogeo de la legislatura “granadina” , entre marchas multitudinarias y la presión sistemática y sostenida de los municipios.

Más de 30.000 educadores se beneficiaron de la reforma al artículo 70 de la Ley de Pensiones del Magisterio , para que no todos tuvieran que pagar el impuesto de la renta, pues alegaron que, a veces, sobrepasaba sus posibilidades.

El no a la cacería deportiva , la ley contra la trata de personas , la ley contra los delitos informáticos y su reforma, recién aprobada; el permiso para usar bienes decomisados al crimen organizado y la nueva ley de patentes de licores, también crearon puntos álgidos en el devenir legislativo del tercer año de este periodo parlamentario.

Año de consenso. “Si me pide evaluar la gestión, fue un año de consenso. Se aprobaron leyes que son sustantivas en el ordenamiento jurídico y otras que responden a problemas sociales”, dijo Víctor Emilio Granados, presidente del Congreso. La ley de tránsito fue otra de las discusiones turbias que afrontaron los diputados contra el fantasma de las deficientes iniciativas que, en este tema, se aprobaron desde el 2008 y que han tenido problemas de aplicación.

La evaluación de los presidentes anteriores a Granados no es del todo complaciente, pues no se matriculan con el pasista, pero tampoco castigan su gestión con tanta dureza; al menos no ante micrófonos.

Luis Gerardo Villanueva, quien presidió el primer año de esta Asamblea, lo achaca a la “gobernabilidad”, que desemboca en una mayor coordinación con el Poder Ejecutivo y el trabajo de las comisiones, frente al “desastre” de la segunda legislatura.

El presidente de ese año, Juan Carlos Mendoza, del Partido Acción Ciudadana (PAC), rescata que no se trata de un “ejercicio autoritario y vertical como el de los liberacionistas”.

Mendoza se da por satisfecho con el impulso que se dio al proyecto del nuevo edificio , pero votará esta vez por María Eugenia Venegas, aspirante de su partido a la presidencia del directorio.

Granados sabe que tuvo sus malos momentos y decisiones. En cuanto a rudeza, menciona la no reelección de Fernando Cruz en la Sala IV, y su anulación de la votación de los diputados.

Malas decisiones: “haber nombrado a Justo Orozco en la Comisión de Derechos Humanos”, dijo.

Fabio Molina, jefe de fracción del PLN, habla de 25 leyes importantes, pero enfatizó que no es mérito de un solo partido, sino de todas las bancadas del Congreso.