Cada año, unos 2.000 adolescentes, en promedio, se enfrentan a la paternidad, lo que los obliga tempranamente a cambiar hábitos y asumir responsabilidades, incluso económicas.
Esa es la cantidad de padres menores de 20 años que registra el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Para el 2011, hubo 1.689 con esa condición, mientras que madres adolescentes se registraron 13.867.
De los padres, 1.233 (73%) tuvieron el hijo con otra adolescente. Otros 453 (27%) se vincularon con mujeres mayores de 20 años y en tres casos no se obtuvo la edad de la madre del niño.
También, en promedio, hay uno o dos adolescentes al año que procrean con mujeres mayores de 40 años, según el INEC.
De acuerdo con los números del 2011, el padre más joven tenía 13 años y hubo cuatro de 14 años.
En el segmento de 15 a 17 años, el Registro Civil inscribió como padres el año pasado a 280 jóvenes.
El tema de los padres adolescentes no está tan visible en el país, como sí ocurre con el de la madre joven. Esto ocurre a pesar de que a ellos también les corresponde asumir deberes con un hijo.
Cambio. Óscar Valverde Cerros, oficial del Programa en Salud Reproductiva del Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa), en Costa Rica, considera que también se debe involucrar a los hombres en la prevención de embarazos.
“Las estrategias de atención integral del embarazo debe asegurar que, además de apoyar a madres adolescentes, lo hagan con los padres adolescentes para que también asuman su responsabilidad de forma comprometida, sin amenazar su desarrollo”, dijo.
Valverde agregó que es clave que los hombres comprendan que también les corresponde el cuido de la familia.
Tradicionalmente, esa tarea ha recaído sobre los hombros de las mujeres.