País carece de regulación para macrobióticas

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San José (Redacción). Asma, hipertensión y diabetes son algunas de las enfermedades para los cuales se pueden adquirir tratamientos sin que medie la receta de un médico o el conocimiento farmacéutico. Basta con visitar alguna de las múltiples macrobióticas que operan en el país y que ofrecen remedios “sin efectos secundarios”.

Decenas de establecimientos de este tipo operan sin que ningún ente los regule ni verifique el grado de conocimientos de los dependientes que venden y recomiendan este tipo de productos de consumo. Así lo externaron autoridades de Salud y farmacéuticos, coincidiendo en que el vacío legal hace imposible, por el momento, regular los procesos de las macrobióticas.

En un recorrido realizado esta semana por La Nación en distintas macrobióticas del centro de San José, se evidenció que las dependientes se respaldan en una capacitación dada por el distribuidor de los productos que ofrecen; aduciendo que al tratarse de tratamientos naturales no tienen efectos secundarios.

“La capacitación de las muchachas dura un mes. El producto natural es muy bueno, no produce efectos secundarios, las plantas no producen dependencia. Si no te hizo bueno, no te hizo malo, ósea, si no te curó la dolencia que tenías, no te va a producir ningún efecto secundario”, dijo Ana Miranda, propietaria de la macrobiótica Natura Salud.

Según María Lorena Quirós, directora ejecutiva del Colegio de Farmacéuticos, esta situación se da porque las macrobióticas no están reguladas.

“Las macrobióticas estan a la libre , al no ser establecimientos farmacéuticos no caen bajo regulación de éste colegio”, afirmó.

Quirós criticó que el Ministerio de Salud lo que hace es registrar esos productos como alimentos, pero en las macrobióticas se ofrecen con cualidades terapéuticas.

“El tema de las macrobióticas nos preocupa muchísimo, sobre todo que quienes dan esas recomendaciones son dependientes que no tienen ningún conocimiento de nada, simplemente lo que le dicen lo repiten y lo chorrean”, aseguró Quirós.

Estado atado de manos

La Ministra de Salud, Daysi Corrales, dijo que el problema radica en que las macrobióticas registran como alimentos los productos que venden como tratamientos.

“Ellos no pueden distribuirlo como medicamentos porque ese no fue el fin para el que fueron autorizados, la regulación de ingreso entra por la vía de alimentos”, aseguró Corrales

En ese sentido, Marielos Morales, directora de Regulación de la Salud del Ministerio de Salud, comentó que está elaborando un informe al respecto que incluye que las tiendas macrobióticas no pueden vender productos que sean para males mayores, como hipertensión, asma o diabetes.

“Los productos para males mayores deben ser vendidos en farmacias. Éstos establecimientos son para vender alimentos o productos naturales que sirven como coadyubantes pero no son curativos, por ejemplo, una persona con presión alta no puede consumir un producto vendido en macrobióticas”, aseguró Morales.

Alexis Castillo, presidente del Colegio de Médicos, comentó que regular esta situación es muy difícil.

“Si algunas personas están preescibiendo nos compete a nosotros, pero trabajamos con denuncia, no de oficio. Si están recomendando y no son médicos sino dependientes, lógicamente es ejercicio ilegal de la profesión y es sansionable,” dijo Castillo.

En el recorrido hecho por distintas macrobióticas josefinas, la mayoría de las dependientes entrevistadas no conocía los componentes de los productos que recomienda. “No están hechos precisamente de plantas, pueden ser hechos de animales o de otros tipo de cosas, es como una fórmula secreta porque son varios medicamentos”, aseguró una de las vendedoras sobre un pastilla para combatir la presión alta.

Otra empleada de uno de estos establecimientos recomendo una dieta balanceada para la presión alta y “unas gotitas”.

Le recomiendo unas gotitas que traen diferentes componentes que incluyen ajo. Se les recomienda a las personas no dejar el tratamiento que le envía la Caja, el cual puede tomar en conjunto con el tratamiento natural”.

Para la directora del Colegio de Farmacéuticos, este tipo de sugerencias de parte de las empleadas de dichas tiendas puede ser altamente peligrosa.

“Hay plantas que son venenosas: las plantas son igual que el medicamento, ayudan pero mal usadas pueden causar la muerte o efectos secundarios importantes”, añadió Quirós.

Según Morales, lo que venden en las macrobióticas no debería ser considerado un medicamento para curar males mayores y por tal razón no está regulado el perfil del personal que atiende a los clientes de dichos establecimientos.

“Es necesario que las personas denuncien cualquier anomalía de este tipo para poder actuar. El Ministerio no le permite a las macrobióticas atribuirle a los alimentos cualidades terapeúticas fuera de las aprobadas en el registro sanitario, por lo tanto cualquier duda que se tenga deben recurrir al Ministerio de Salud para su aclaración.”, reiteró Morales.

El Colegio de Farmacéuticos recomienda a los clientes de estos establecimientos que antes de consumir cualquier producto vendido allí, consulten al médico sobre su uso.