Otra verdad incómoda

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Se ha dicho muy poco sobre la realidad de la mujer emprendedora y empresaria. No obstante, conocerla es necesario si se desea acertar con las políticas y programas para apoyar a la pequeña empresa.

Resulta fácil dar ejemplos de las extraordinarias mujeres emprendedoras que conocemos, pero no hemos tenido una imagen clara de la situación de esta mujer en el país. Recientemente, el Observatorio de Micro-, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) hizo el estudio sobre Mipymes semiformales e informales, lo cual permite presentarle a usted y a los costarricenses, una mirada.

Lamentablemente, la evidencia permite concluir que la mujer empresaria está en desventaja tanto en el sector formal como en el informal. La participación de la mujer es mínima en el sector formal y es mayoritaria en el sector informal. El 97,8% de las empresas formales en Costa Rica son Mipymes; sin embargo, solamente dos de diez empresas formales son propiedad de mujeres. A mayor tamaño de la empresa, mayor porcentaje es propiedad de hombres.

El porcentaje más alto lo alcanza la mujer, como propietaria, en la microempresa (28,4%), por tamaño de empresa y en servicios, por tipo de actividad. Procede recordar que la mayoría de las MIPYMES son microempresas 69,9% generan el 48,7% del empleo privado. Más de la mitad del empleo a mujeres lo ofrecen las microempresas de servicios y comercio.

En el sector informal. La situación es diferente en el sector informal, pero no es mejor para la mujer. Según los expertos consultados, la informalidad puede atribuirse al riesgo que significa el costo asociado a la formalización, aunado al origen y lógica de funcionamiento de la empresa. En otras palabras, la persona percibe que su actividad es para subsistir y autoemplearse y que la empresa no sobreviviría sise formaliza. También afirman que la mayoría de estas empresas son propiedad de mujeres.

Su actividad se puede caracterizar por la movilidad, prueba o preoperacion.

Esta mujer no se siente empresaria, su empresa no crece, más bien tiene la influencia de un entorno económico deprimido y su actividad no se visibiliza.

Existe otro sector que el observatorio de Mipymes denomina semiformal y que representa el 63% del parque empresarial conocido. La empresa semiformal se caracteriza porque el empresario formaliza el mínimo para operar. Este sector supera en cantidad de empresas al sector formal. De la misma forma, según los expertos, el objetivo de estos empresarios es generar recursos adicionales y si se consideran empresarios. Este sector es el más equilibrado respecto al género del dueño.

En el caso de esta mujer empresaria semiformal, está enfocada en el crecimiento de su negocio, generalmente en un entorno local más favorable, se identifican como empresarias, son más visibles, operan fuera de la casa.

Escolaridad. Desde otra perspectiva interesante, el Observatorio de Mipymes ha desarrollado indicadores que miden tanto el talento del empresario como el resultado de las empresas. El análisis de estos resultados también aporta interesantes datos para conocer mejor a la mujer empresaria. Mientras que en talento hay equidad entre empresarios y empresarias, existe una brecha en el desempeño de la empresa que se relaciona con el género del propietario. Tanto el empresario, como la empresaria, obtuvieron un puntaje de 53 en el talento. Pero por causas diferentes que representan estilos diferentes.

La mujer destaca en escolaridad de los empleados, escolaridad de la empresaria, al iniciar la empresa, concretar alianzas, mejorar el servicio al cliente y apoyo a la comunidad. El empresario destaca en el conocimiento de la competencia, pertenencia a cámaras e inversión en capacitación.

El índice de desempeño empresarial muestra una brecha relacionada con el género del propietario de la empresa. La empresa propiedad de hombres muestra un resultado tres puntos superior a la empresa propiedad de mujeres (56 vs. 53) Nuevamente, las diferencias son aun más interesantes que el resultado. La empresa propiedad de hombres destaca en el uso de TIC, ventas, exportación e inversión en capacitación.

En síntesis, el nuevo liderazgo político podría aprovechar este conocimiento y la energía de más de treinta organizaciones que forman parte de la Red de apoyo a Pymes del MEIC para renovar las políticas y mejorar los programas para apoyar a esta mujer y su aporte determinante en el desarrollo del país. Señora Presidenta, que su mirada sea honesta y sus pasos firmes para mejorar la realidad de esta mujer.