Ocho horas en el baño por un celular

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Lu Lei, una estudiante china de 21 años, estaba en el inodoro enviando textos con su celular cuando le ocurrió una insólita tragedia: su teléfono se resbaló y acabó en el fondo del sanitario. La joven no dudó en introducir su brazo para sacarlo, sin imaginarse que sería su brazo el que se quedaría atascado.

El asunto es que muchos de los inodoros en China no son otra cosa que un gran hoyo a ras del suelo, algo similar a las conocidas letrinas turcas.

Por más que forcejeó para liberar su extremidad, no había resultados, según consignó el diario británico Mirror y muchos medios digitales. Tal era su vergüenza por pedir ayuda que pasó más de ocho horas sin hacer nada. Finalmente, desesperada, alertó con un grito a varias personas que iban pasando por los baños públicos donde se encontraba. Los equipos de emergencia desmontaron la cabina y picaron el cemento del inodoro con un martillo, mientras ella se desmayó a causa de los malos olores del pozo.

Este caso trascendió más de lo que la joven habría querido, en un país donde hay 800 millones de celulares. AFP