Objetivos de Desarrollo del Milenio

Mezclade buena voluntad, esfuerzo yperseverancia

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Los Objetivos de Desarrollo del Milenio son ocho grandes metas que no pretenden más que brindar a la población mundial condiciones básicas de bienestar a la que todos los habitantes del mundo deben tener acceso como un derecho universal.

Hace diez años Costa Rica y 187 naciones más decidieron pactar este objetivo, como una muestra del compromiso y la necesidad de aliviar al mundo de la pobreza en sus diferentes formas de afectación para el año 2015. Cercanos al plazo fijado, la comunidad internacional revisa los avances y se cuestiona sobre las medidas a tomar para garantizar el logro de las metas. Al 2010, solo una tercera parte de estas ha sido cumplida. No obstante, la vigencia y el interés no han desaparecido ni mermado.

Para el caso de Costa Rica, las acciones estratégicas consideradas necesarias para alcanzar las metas, fueron incorporadas en el Plan Nacional de Desarrollo del 2006-2010 y lo están siendo también en el correspondiente al Gobierno actual. Cada objetivo reclama un compromiso político e institucional continuo, e implica una dotación de recursos que, directa o indirectamente, sume esfuerzos en el logro de estos.

A pesar de las limitaciones que presenta Costa Rica, como un país de pequeñas dimensiones y poco margen de inversión, presenta un nivel de desarrollo social que desafía estas limitantes. El balance, respecto de los ODM, es muy favorable. Como país, se han obtenido avances en todas las áreas, algunos más evidentes que otros; de lo logrado y lo pendiente, se ha generado un acervo importante de conocimientos que se consideran valiosos para potenciar una mejor evolución para el futuro.

Educación secundaria. Lograr la enseñanza primaria universal es uno de los puntos a los que más se le ha dado importancia en nuestro país. A la fecha un 90% de los niños y niñas completan la primaria, de forma que es altamente probable que se alcance la meta pactada.

El principal reto para nuestro país, en el ámbito educativo, se da en relación con la educación secundaria, que presenta una cobertura y eficiencia baja. De cada 100 adolescentes que ingresan a colegios, solamente 40 concluyen el ciclo exitosamente. Por ello, nos propusimos como meta adicional de país, que al 2015 la cobertura en este nivel educativo sea, como mínimo, del 89%, colocándonos en ruta hacia la universalización de la educación.

Respecto a promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer, los resultados muestran que la participación de las mujeres en la vida política y económica ha venido incrementándose en los últimos años, resultado de los cambios normativos y culturales que se han venido dando. Como ejemplo de los avances en esta meta, podemos citar la equidad en el acceso a educación, participación de las mujeres en puestos de elección popular y el creciente nivel de participación de las mujeres en el mercado laboral. Este último indicador, respecto del cual se ha requerido la mayor atención, se tiene que aumentó de un 30% (valor registrado en 1990) a un 42% en el año 2009. Sabemos que esto no es suficiente, y aún se requieren cambios importantes para poder hablar de igualdad y ejercicio pleno de derechos para las mujeres; sin embargo, se estima que, realizando algunos ajustes, la meta podrá ser alcanzada en el plazo previsto.

Mortalidad infantil y salud. En materias como la reducción de la mortalidad infantil y el mejoramiento de la salud materna, Costa Rica presenta un balance muy positivo. Tenemos una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del continente americano, y nos hemos propuesto reducirla a solo dos por mil entre menores de 5 años. El país se esfuerza por captar en el sistema de salud a las mujeres que están en su primer trimestre de embarazo y poder garantizarles el servicio completo de atención prenatal, con avances importantes en el tema.

En relación con el combate a enfermedades como el VIH/sida, el escenario nacional es muy favorable, pues, por un lado, el fenómeno presenta una baja concentración y prevalencia; además, se cuenta con una amplia plataforma de prevención y atención, que asegura una contención adecuada del problema. Nuestro país se ha comprometido entonces en la atención de otras enfermedades, con aciertos y limitantes, pues los escenarios son dinámicos y los recursos, escasos. Aun así, el escenario previsto es optimista. Si se realizan ajustes, la meta podrá ser alcanzada.

Como realidad común a muchos países, los principales retos en materia de ODM, se relacionan con la sostenibilidad del ambiente y la erradicación de la pobreza.

Costa Rica está comprometida desde hace años con un modelo de desarrollo sostenible, una muestra es que actualmente el 25.9% del territorio nacional se encuentra bajo alguna categoría de manejo o conservación ambiental por medio de parques nacionales como los territorios más significativos. También se realizan inversiones para la producción de electricidad con energía renovable y nos hemos propuesto llegar a ser país carbono neutral para el 2021. Sin embargo, es claro que persisten contradicciones importantes en nuestras prácticas productivas, de consumo, de poblamiento, que presionan en forma negativa el ambiente, y que incluso algunos de los compromisos y políticas no son respetados o no en todos sus alcances.

Combate a la pobreza. La situación se torna mucho más delicada si se considera que el escenario global plantea retos cada vez más complejos y de escala amplia, con problemas como el cambio climático y el agotamiento de recursos energéticos. Es claro que el avance en metas globales, de articulación compleja, requiere también de acciones y compromisos, concertando alianzas sólidas para atender los problemas comunes.

La evolución del combate a la pobreza muestra una tendencia positiva, pero con importantes fluctuaciones; donde incide una combinación bastante voluble de factores, como el desempeño económico interno, las políticas sociales, el contexto económico internacional, los eventos naturales, etc. La vulnerabilidad económica y social en nuestro país es innegable, más con todo, se han registrado avances que pueden potenciarse aún más. Por ejemplo, en el año 2007 alcanzamos un mínimo histórico de 3.3 % de hogares en condiciones de pobreza extrema, escenario que se vio lesionado por la crisis económica mundial. El compromiso en esta dirección no se ha debilitado, y se articulan nuevas líneas de acción que posibiliten el logro de este objetivo, al 2015; meta que se considera factible.

El balance de los ODM se basa en indicadores nacionales, números que reflejan promedios, y a veces ocultan disparidades internas, que también deben ser tomadas en cuenta.

Decisiones y acciones. Las metas son sumamente ambiciosas, en términos de nuestras realidades y recursos; y más bien modestas, en términos de nuestros derechos, sueños y aspiraciones, que apuntan a la construcción de un estilo de desarrollo sostenible, inclusivo y solidario que propicie un mejor futuro para las y los costarricenses y la humanidad en general. Lo más importante es que se expresen en decisiones y acciones, que sean retomadas por el Gobierno, por las instituciones y permeen en la cotidianidad de nuestra sociedad.