Kurú, Guayana Francesa. AFP. El nuevo pequeño cohete europeo Vega ya realizó con éxito su primer lanzamiento desde el centro espacial guayanés de Kurú, ubicado en Suramérica.
La nave, que pesa 137 toneladas, tiene la misión de proporcionarle a la Unión Europea un acceso independiente para lanzar satélites de observación terrestre.
La misión, que se llevó a cabo e el lunes, significa un verdadero gran éxito para la Agencia Espacial Europea (ESA), pero, además, conlleva una gran satisfacción para Italia, donde se originó el proyecto Vega. Este país dará más del 60% de su financiamiento, por delante de Francia, que aporta el 25%.
El costo del proyecto Vega es de 710 millones de euros.
Itinerario. La primera etapa fue el lanzamiento desde Guayana.
Tras lograr una órbita circular a 1.450 km de altura, la nave liberó sucesivamente a los nueve pequeños satélites embarcados, sin ninguna anomalía.
Más tarde, Vega colocó en órbita dos pequeños satélites experimentales llamados LARES y ALMASat-1 . Además, lanzó siete minúsculos pasajeros (satélites) de un kilo cada uno, desarrollados por estudiantes en el marco de un programa europeo y entre los que figuran los primeros satélites rumanos ( Goliat ), húngaro ( MaSat-1 ) y polaco ( PW-Sat-1 ).
Capaz de llevar 1,5 toneladas en órbita baja (700 km de altura), Vega apunta al mercado de pequeñas cargas útiles, principalmente satélites institucionales de observación terrestre.
Espera garantizar el acceso europeo al espacio en ese sector, hasta ahora dominado par misiles estratégicos rusos reconvertidos, de tipo Rockot o Dniepr, dijo la ESA.
De una altura de 30 metros, Vega completará la gama de lanzadores operados desde Kurú al lado del peso pesado Ariane 5 ECA (hasta 9,5 toneladas en órbita de transferencia geoestacionaria) y del mítico Soyuz ruso (que pesa hasta 3 toneladas), el cual ya ha realizado dos lanzamientos desde la Guayana Francesa.
En los años que siguieron al hundimiento de la URSS, muchos misiles militares fueron convertidos en lanzadores de pequeños satélites a bajo precio, del tipo Rockot y Dniepr. Estas ventajas de los cohetes rusos disuadieron durante mucho tiempo el desarrollo de un cohete rival. No obstante, las existencias de esos misiles disminuyen y aumenta su costo de mantenimiento, dado que algunos de ellos fueron construidos en los años 80.
Según ESA, el mercado está maduro para un lanzador como Vega, que debería ofrecer finalmente tarifas competitivas (40 millones de euros para el vuelo inaugural).