¡Nooo...!, de Rodrigo Rubí

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En el arte y la técnica de captar, grabar y conservar imágenes por la acción de la luz, basado en el principio de la cámara oscura, las cámaras fotográficas del siglo XX utilizaron la película de celulosa emulsionada. Tratada y procesada en el laboratorio con diversas técnicas, nos permitía obtener una gran variedad de resultados “artísticos” que iban más allá del simple hecho de presentar la realidad tal cual la vivimos. Los principios básicos no han cambiado, aunque sí la tecnología, y las técnicas prevalecen en mi trabajo utilizando herramientas actuales.

Escribir con la luz –significado de “fotografía”– es el medio con el que me permito capturar el momento, la situación o el elemento situado frente a mí para reinterpretarlo y presentarlo al espectador, transeúnte apresurado que percibe su derredor en la cotidianidad sin prestar atención a cada detalle que despierta los sentidos y los sentimientos.

Deseo que el espectador observe con detenimiento y escudriñe en cada sujeto, objeto, paisaje, edificio o monumento que mire ante sí, de modo que encuentre nuevas formas de asimilarlos.

Esta imagen es un detalle de la obra escultórica conocida como el Monumento Nacional, de Carrier-Belleuse, instalada en lo alto de un pedestal en el parque Nacional de San José. Es el rostro del invasor que procuró hacerse de tierras ajenas.

Vista desde el pavimento, la figura es un hombre en huida con un brazo extendido que procura su defensa; vista frente a frente, revela temor, angustia, frustración y desesperación ante el fracaso de una empresa. Son sensaciones que muchos hemos vivido o viviremos, y ante las cuales debemos cobrar entereza. Desde este ángulo, su brazo parece romper el espacio; se convierte en una fuerte línea que retorna con el ropaje y enmarca la composición dirigiendo la visual hacia la faz del personaje y enfatizando la expresión de negación.

La imagen aparece tratada técnicamente para rescatar las líneas en alto contraste, recordando la etimología de “fotografía”. Fue capturada hace ya algunos años durante un análisis del estado de conservación del monumento, que me permitió registrar diferentes ángulos del conjunto. Los integré luego a la serie Inmortales y que es constante en mi trabajo fotográfico.

¿A qué responde esta serie? En cada sociedad, en cada franja temporal, en cada región geográfica, singulares personajes, héroes, gobernantes, científicos, destacados o sencillos ciudadanos han sido inmortalizados en esculturas monumentales procurando transmitir un mensaje o perpetuar un momento, una acción, un sentimiento.

Sin embargo, el observador cambia con el devenir del tiempo, y, a falta de una memoria colectiva, esos seres inmortales cambian su mensaje y su significado, o bien lo retoman acorde con los eventos de la época, de las generaciones a las que sobreviven y por las que son observados, quizá actualizados por y con el prisma tecnológico con el que se los ha capturado.

Título: ¡Nooo...! (detalle). Serie: Inmortales (2006-2009). Monumento Nacional. Fotografía digital intervenida impresa en papel fotográfico. 60 x 86 cm.