Nicoya. Centenares de nicoyanos se despertaron ayer muy temprano, agarraron su hacha, machete, carretas y hasta alistaron los bueyes para participar en la tradicional Pica ’e leña, que lleva decenas de años de ser parte de las festividades en honor a la patrona nicoyana: la Virgen de Guadalupe.
El evento se inició con bombetas y dianas a las 4 a. m.
Luego de desayunar pozol de mondongo y jarrete a las 5 a. m., más de cien hombres agarraron energías para empezar su faena en la finca de los Nema, tres kilómetros al norte del centro de Nicoya.
Allí cortaron árboles, picaron leña, la cargaron en las carretas y la llevaron hasta Cofradía, donde 30 mujeres prepararon tortillas, chicheme y tiste para todo el pueblo.
La Pica ’e leña se heredó de los indígenas y se celebra el segundo sábado de noviembre, como preparación de la fiesta de la Virgen de Guadalupe, el 11 y 12 de diciembre.
La leña entregada ayer servirá para encender el fuego con que se prepara la comida de esos días.
Noelia Montiel, mayordoma, contó que es un reto grande; durante todo un año se hacen actividades para recaudar fondos.
“Ver milagros no tiene precio. Nuestro fin es darle de comer a todo el pueblo y hemos visto cómo la Virgen multiplica las cosas, donde la gente, sin uno tener que pedir, dona terneros, vacas y maíz, para seguir esta linda tradición”, manifestó.