Monumento al Agricultor camina hacia mejor rumbo

Expertos determinaron que restauración de la escultura es viable

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Luego de una evaluación preliminar, un conjunto de expertos en diferentes disciplinas artísticas determinó que la restauración del Monumento al Agricultor es viable y no presentará mayor problema.

La denominada Comisión de Restauración del Monumento al Agricultor –coordinada desde el Ministerio de Cultura por medio del Museo de Arte Costarricense (MAC)– se reunió a finales de marzo para evaluar los daños que presenta la escultura monumental realizada en 1976 por el maestro Francisco Paco Zúñiga (1912-1998).

El equipo lo integran la directora del MAC, Florencia Urbina, el arquitecto del Centro de Patrimonio, Miguel Herrera, el restaurador Gerardo Hidalgo, el fundidor Anthony Fage y los escultores Crisanto Badilla y Lillibeth Martínez.

Los expertos coincidieron en que el estado general de conservación de la escultura es bueno, a pesar de que por años permaneció abandonada a merced del clima y de actos vandálicos.

El deterioro obligó a su traslado –en diciembre pasado– desde su ubicación original en las cercanías del aeropuerto internacional Juan Santamaría, en Alajuela, hasta las instalaciones del MAC para iniciar su restauración.

La obra es un conjunto escultórico integrado por tres figuras en bronce –una mujer, un hombre y un niño– y una pieza de concreto que representa una semilla.

“El principal deterioro se observa en la base de la escultura. La parte interna de esa base es de hierro y ha sufrido serios daños debido a la corrosión. Es necesario fabricar una nueva estructura de hierro con un tratamiento adecuado y aditivos especiales para garantizar su protección”, explicó el restaurador Gerardo Hidalgo.

El fundidor Anthony Fage manifestó que la capa exterior de la base de la escultura es en bronce y presenta grandes desprendimientos de piezas, pero que “se puede reparar fácilmente”.

La escultora Lillibeth Martínez declaró que, tras limpiar el monumento y remover las manchas y rayones de grafitis, se pudo observar que las piezas están bien conservadas. Los miembros de la Comisión concuerdan en que el mayor daño que presenta la obra es la mutilación del antebrazo izquierdo y de un dedo de la mano derecha, ambos en la escultura de la mujer.

Para reparar estos daños es necesaria una reconstrucción de las piezas faltantes. “En este punto no estoy de acuerdo con fabricarlas de nuevo, pues no se cuentan con los moldes originales, y considero que es necesario respetar al máximo la obra original del maestro Zúñiga”, declaró Hidalgo.

La Nación consultó sobre este tema a Ariel Zúñiga, hijo del artista y principal custodio e investigador de su obra. “Existen varias formas de entender lo que significa ‘restauración’. No tenemos ninguna objeción con respecto a reparar o restaurar las partes que están dañadas. Pero no estamos de acuerdo en reconstruir o rehacer lo que ya no existe. Hacer otra mano no resuelve el problema, si altera las características de la figura”, opinó Zúñiga, quien reside en México.