Metaleros guardaron campo desde el viernes

“Es muy cansado, pero vamos a ser los primeros; entonces, vale la pena todo ese esfuerzo y la mojada, el hambre, el frío; vale la pena todo, se saborea más”

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ni horas antes ni un día antes era suficiente tiempo para reservarse un buen campo para Ester Cruz, Esteban Espinoza, Óscar Aragonés y Daniel Espinoza.

Ellos empezaron a hacer fila el viernes a las 4:30 p. m., en las aceras del Palacio de los Deportes, para el concierto de Dream Theater.

“Es muy cansado, pero vamos a ser los primeros; entonces, vale la pena todo ese esfuerzo y la mojada, el hambre, el frío; vale la pena todo, se saborea más”, dijo Esteban Espinoza.

Con bolsas y cartones, los fans de la agrupación de metal progresivo se las ingeniaron para dormir dos noches en Heredia.

Las filas para el concierto daban la vuelta al lugar y llegaban hasta el estadio de Heredia. Geovanny Salazar, miembro de la Fuerza Pública, aseguró que la jornada se mantuvo tranquila y sin disturbios por parte de los asistentes.

Familiar. Otro de los seguidores de la banda, Andrés Rojas, llegó en compañía de su papá, Alfredo, desde la tarde de ayer. Ellos son vecinos de Desamparados.

Rojas aseguró que él influenció a su papá para que escuchara a los músicos estadounidenses.

“Mi papá y yo tocamos guitarra; entonces, yo le decía: ‘Pa, escuche esta pieza’. Entonces a él también le fue gustando y, además, así compartimos”, comentó el fanático.

El público del recinto no solo estaba cargado de ticos, sino que también de extranjeros que vinierona Costa Rica exclusivamente a ver a la agrupación. Tal es el caso de la panameña Natalia Lozano.

“Soy fan de la banda desde los 90. Me enteré que venía a Costa Rica y dije: ‘Tengo que ir’. Llegué ayer (sábado) y me voy mañana (lunes)”, comentó Lozano.

Para la panameña, el venir al país era su oportunidad de ver a la banda, ya que los músicos nunca han ido a Panamá.