Cientos de meseros sufren en este momento un cambio en sus condiciones de trabajo, pues son despedidos y recontratados para cumplir con una interpretación de normas.
El conflicto se origina en un pronunciamiento de la Sala IV que obliga a agregar las propinas como parte del salario de los meseros.
Esa interpretación se generó, a su vez, en los constantes conflictos entre dueños de restaurantes y meseros al calcular las garantías sociales al terminar un contrato de trabajo. La inclusión de las propinas elevaba mucho la cesantía, aguinaldos y otros.
Manuel Burgos, presidente de la Cámara Costarricense de Restaurantes (Cacore), explicó que, para evitar la inclusión de las propinas en el salario, se opta por recontratar a los meseros bajo condiciones de pago de comisionistas. Esa fórmula se aplica por recomendación del Ministerio de Trabajo para ponerse a tono con la ley, recordó.
Eso implica, detalló, que el salario se establecerá por las propinas. Si el mesero no logra con ello el salario mínimo de ley (un poco más de ¢240.000 al mes), el patrono está obligado a pagarle el faltante. Caso contrario, si el mesero obtiene más que el salario mínimo, eso se queda en sus manos.
Danilo Solís, mesero en una conocida cadena de restaurantes, calificó de crítica la situación para ellos, pues muchos verán sumamente reducidos sus ingresos.
Aseguró que logran ingresos superiores a los ¢400.000 al mes y que ya habían adquirido compromisos con base en esos recursos. Hasta ahora, ellos recibían el salario mínimo y las propinas se manejaban como algo adicional a eso.
Reconoció que ese gremio no está organizado en el país y que ese ha sido uno de los principales problemas para defender sus intereses.
Aseguró que están tratando de agruparse, pero que algunos han encontrado dificultades.