Médico
Para los médicos que nos hemos atrevido a ejercer este tipo peculiar de arte médico que no solo busca evidencias en el cuerpo sino también en recovecos y vericuetos de la mente humana (emociones, pensamientos, sentimientos, dogmas, creencias, valores'), el drama de vida de Steve Jobs es un ejemplo que, como decía mi padre, tiene para rato. Aprehender la forma exitosa en que él aprendió de sus derrotas y contratiempos y los supo convertir en éxitos, la manera en que danzó con la vida en inacabable espiral que siempre ascendió y ascendió, hasta el épico declinar expresado a través de un cáncer de páncreas que vino, se fue y regresó hasta terminar dulcemente con su retiro, aceptación y muerte.
Adentrarnos en las profundidades de esta peculiar manera de ver el arte médico nos da licencia para pensar más allá de lo habitual: ¿por qué el páncreas?
Curioso órgano/glándula que agazapado se oculta silencioso en lo más recóndito de nuestra anatomía, que cuando la vida torna amarga nos vuelve dulce la sangre pero ácido el cuerpo, y cuando todo pierde sentido se multiplica, invade, no atiende razones y, poco a poco, va haciendo purgar los dolores padecidos y lleva a descansar, al fin, en paz.
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