Marilin Gamboa:  “Me dolía que la gente pensara:  ‘esta lo tiene todo gracias al trasero’”

Modelo, presentadora, empresaria, productora de ‘El Precio de la belleza’ Marilin Gamboa prefiere el éxito que la fama; la familia que la bohemia; la soltería a las relaciones a medias. A puro tesón llegó donde otras apenas sueñan.

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Madurita está mejor. Como buena capricornio los años parecen haberla tornado más audaz, atractiva e'¡interesante!. Ella es una amazona inquieta, que con su mirada de águila atisba el horizonte y vuela hacia el sol.

Nació en la noche más larga del año, el 24 de diciembre; su madre –doña Glenda– es la luz de sus ojos: “trabajo mucho en función de lo que pueda obtener para que mamá esté como una reina; siento un profundo respeto por ella y por mi familia.”

Posee una belleza reposada, vive a su aire. Artífice de su propio sino, no le debe nada al César. Tiene un fuego interno que la anima. Desde los cinco años, cuando entró a la escuela, no ha parado de moverse y subir, como una madreselva, tan alto como sea posible.

“Una mente desocupada es el taller del diablo” sentencia. Por eso pasa atareada desde que abre los ojos hasta que los cierra, fatigada del trajín en canal 7 y sus deberes como empresaria.

Sabe lo que quiere, cómo lo quiere y lo que necesita para obtenerlo, enraizada en el trabajo intenso, sin preocuparse del ladrido de los perros.

“No tengo nada más que otra mujer; no me considero la más linda, sé cuáles son mis defectos y atributos; sé lo que tengo y llegué donde estoy por la gracia de Dios, que me dio visión para saber cuándo algo era prudente, saber elegir amistades y me ayudó a defenderme.”

Empezó como modelo siendo apenas una adolescente. A sus buenos mozos 34 años aún conserva aquella silueta con la que ganó varios certámenes y le abrió el sendero hacia las pasarelas, el cine, la televisión y los negocios.

Su trayectoria televisiva arrancó de niña en canal 13, pasó al 38 con un programa musical, siguió al 2 con la revista vespertina En su casa, recaló en el 7, avanzó al 33 con su buque insignia El precio de la belleza y ahora –con la bendición de Paula Picado, copropietaria de Teletica– ancló en el 7.

Marilin ha ganado posiciones como una pieza de ajedrez. Desde su centro de operaciones en Rohrmoser, una gran casa solariega, lleva su propia empresa de consultorías en mercadeo, la cual dirige con su impronta de mujer firme, empeñada en alcanzar el éxito, no la fama.

Fácil de servir, pero difícil de complacer, su figura recortada bajo el dintel de la puerta confirma que el tiempo coloca todo en su lugar. Marilín, para todos; Gabriela, Lea o Abi –para los más cercanos a su corazón– accedió a contar sus cuitas a Cero Poses.

-- ¿La belleza tiene precio?

--Justo por eso hago El precio de la belleza, un programa que inicié en el canal 33 y ahora lo tengo en el 7, los sábados al mediodía.

-- ¿Se lo copió al que hace Jessica Simpson?

--Yo inventé el nombre, jamás lo copié y ni sabía que ella tenía uno igual. Empecé en abril del 2009 y ocho meses después un amigo me llamó desde Nueva York para decirme que Jessica tenía un programa con el mismo nombre que el mío.

-- ¿Cuál es el enfoque del programa?

--Damos espacio a las empresas para que promocionen sus productos y servicios; la idea inicial era hacerlo por temporada, pero tuvo tanto éxito que duró ocho meses. Paré en diciembre del 2009 y lo retomé en febrero del 2010, con el firme propósito de colocarlo en canal 7. Así lo hice, busqué una cita con Paula Picado, le expuse un buen proyecto y ella confió en mí; pasó un año y cumplí mi sueño.

-- ¿Sueña mucho?

--Sí y trabajo mucho, no soy una vaga, ni me aprovecho de nadie, dependo de lo que puedo generar en mi trabajo con mi esfuerzo, nunca he pretendido que nadie me facilite nada, solo hago planes con lo que es mío; mis herramientas son la dedicación, la disciplina y el coraje.

-- ¿Es una mandona?

--Más bien una matrona. Me gusta el trabajo en equipo, desde el principio establezco las reglas bien claras para que todo funcione, no me agrada repetir lo mismo todo el tiempo. Hablo con los demás, exijo que respeten la palabra y se cumplan los acuerdos. Tengo un carácter fuerte, pero no soy odiosa, ni india.

-- ¿Su belleza tiene precio?

--Antes me dolía que la gente pensara que logré lo que tengo gracias al trasero. Con nadie me acuesto para tener éxito. Me levanto a las cinco de la mañana y me acuesto a las ocho de la noche, paso el fin de semana ocupada y me pueden decir que Brad Pitt está en tanga en La Sabana que nadie me saca de la casa. Si me acostara con alguien no tendría que luchar tanto; ya me habría casado con un viejo millonario. Me han sobrado oportunidades de conocer hombres que me mantengan; estoy orgullosa de haber salido adelante solita, sin brazo protector, con la ayuda de Dios y mi familia.

-- ¿Usted es puro cuerpo?

--Al principio me fue útil, pero con los años le di más campo a lo intelectual. Un físico saludable ayuda, genera simpatía pero después una tiene que defender lo que obtuvo y solo el cuerpo no da para tanto, hay que tener inteligencia emocional, vida espiritual, valores, una riqueza profesional. La satisfacción del cuerpo es que a una le queda bien la ropa.

-- ¿Qué se operó?

--Me puse implantes en el busto porque esa es una parte muy importante para nosotras; las blusas tallan bonito y lucimos el escote; una se siente más femenina, además estaba de moda y realicé el esfuerzo económico. Es falso que me puse trasero o que uso Botox pero si puedo retardar el envejecimiento lo haré, sin perder la perspectiva ni la dignidad. Me siento mejor ahora que antes.

-- ¿Coqueta o vanidosa?

--Soy coqueta, y me gusta tener detalles conmigo misma; usar una linda colita o un accesorio bonito. El vanidoso es una persona que se preocupa más de lo necesario por verse bien. Cuando me arreglo soy bastante indecisa; me gusta combinar la ropa según el lugar y la hora; me puedo cambiar hasta cuatro veces en un día, porque puedo estar en cinco escenarios distintos. No uso maquillaje, eso lo dejo para cuando salgo en tele; me encantan las uñas y el pelo arreglado. Invierto lo suficiente para sentirme cómoda en lo que hago. Lo fabuloso de ser mujer es que una tiene que ser creativa, no gastona. Prefiero un tratamiento casero de belleza, que un producto caro y de pocos resultados.

-- ¿Le asusta envejecer?

--Estoy cómoda porque he logrado sacar provecho a mis 34 años y el tiempo no me venció. En mi juventud hice cosas importantes, me marqué un objetivo y no me la pasé buscando una piñata para darle; soy una mujer madura que sabe a dónde va y no me desvela el que dirán.

-- ¿Está solterona?

--En casa todos somos solteros, mis hermanos Juan Pablo, Esteban y Alicia. El matrimonio es una responsabilidad y quiero hacerlo en el momento debido y en el tiempo de Dios. Me gustaría casarme y tener esa experiencia pero eso no me presiona. Si no puedo tener hijos los adoptaría pero me gustaría dentro de la estabilidad de un hogar, soltera no lo he pensado y no me animaría.

-- ¿Le gusta la soledad?

--Tengo la gran compañía de mi familia, amigos que me adoran, paso rodeada de gente que se preocupa por mí, que me aconseja, me consiente, protege. Hasta los 33 viví con mi mamá, corté el cordón umbilical el año pasado porque me gusta mucho la vida en familia.

-- ¿Busca pareja?

--Hace poco terminé con mi novio y no me llama la atención compartir mi vida sentimental con alguien de este gremio; prefiero una persona aparte a quien lo mío le parezca algo nuevo. Estoy sola; en algunos momentos siento que la soledad es bonita, pero también es bueno compartir con alguien pero sin reglas, que sea natural.

-- ¿Y un jugador de futbol?

--Ya tuve uno: John Carew, era seleccionado nacional de Noruega y jugador del Valencia, pero de eso me enteré por casualidad. Me decía “cariñito” y pensé que era modelo porque soy más inocentona de lo que parezco. Duró como nueve meses; la distancia y el trabajo acabó con la relación.

-- ¿Ha sido noviera?

--Más bien conservadora. Soy amiguera y seguro la gente se confunde. Soy de relaciones largas, de cuatro a cinco años; con mi última pareja duré como un año, no coincidíamos con el tiempo y yo he estado más enfocada en sacar adelante mis proyectos de trabajo en la televisión.

-- ¿Le ha ido bien con los pretendientes?

--Me salen bastantes; por lo menos para mantener la autoestima bien alta. Son buenos partidos, en tanto son responsables, trabajadores, de buen nivel económico y exitosos.

-- ¿Cómo cuida su privacidad?

--Siendo directa en mis cosas; soy muy celosa con mi tiempo, mis cositas, mi familia y lo que sucede dentro de ellas; no me gusta estar ventilando lo que me ocurre, ni lo que tengo, ni lo que me pasa. He sido transparente y la prensa no me ha molestado; la gente sabe que soy como me ven. No escondo nada.

-- ¿Qué tal era de niña?

--Fui bastante precoz porque mamá me enseñó a leer y escribir a los cinco años. Como no tenía edad para entrar a la escuela la directora me puso a prueba quince días, a la semana ya era la presidenta del aula y después me metí en todo: Cruz Roja, Cruz Verde y en las asambleas escolares.

-- ¿A qué edad empezó a trabajar?

--A los seis años en un programa de canal 13 llamado Génesis. Gané un concurso literario con un cuento sobre el ambiente, los valores y los animalitos; eran mis vivencias rurales en San Jerónimo de Moravia; a los productores les gustó tanto que me invitaron a recrearlo.

-- ¿Cuándo empezó su carrera de modelo?

--De adolescente gané un concurso, de la revista Perfil, como mejor silueta. Siempre he tenido buena figura y eso me abrió las puertas para el modelaje, tenía 14 años. A los 19 me pasé al canal 38 para presentar videos en Soy Latino, estuve tres años.

-- ¿Cómo llegó a canal 7?

--Busqué las opciones para llegar pero era difícil porque no conocía a nadie. Descubrí que Tica Linda podía ser un buen trampolín. No participé para ganar, era para que me contrataran en canal 7.

-- ¡Qué calculadora!

--Siempre voy adelante, me anticipo a los resultados; no me gusta perder tiempo y analizo las situaciones para no quedarme estancada. Como los scouts: siempre lista.

-- ¿Y ganó el Tica Linda?

--Fui elegida la más fotogénica y mejor silueta, pero mis planes cambiaron porque canal 2 tenía ese año, 1999, los derechos de los festejos populares. Ni modo. Ahí empecé con Luana Freer con En su casa; era una revista vespertina y tenía una sección de espectáculos y moda.

-- ¿Viajó y vivió en otros países?

--En el 2000 gané el certamen Model of the World y fui a Malta al Model of the Universe. Superé a 97 competidoras y me quedé un año en Europa contratada por empresas como Ferrari, Scada; viví en Londres, Alemania, Noruega y España. Era un ritmo agotador y llegué a pesar 48 kilos.

-- ¿Por qué regresó?

--Trabajé en cuerpo y alma y ahorré bastante. Hice muchas cosas buenas y malas; es un gremio bastante hostil donde hay drogas y cosas así. Le hablé a mi mamá y le dije que estaba cansada y había perdido el encanto; quería estar bien y volví a Costa Rica.

-- ¿Encontró trabajó?

--El productor Óscar Castillo me había ofrecido actuar en el filme Asesinato en el Meneo; en una de esas venidas arreglamos, hice una audición y ahí mismo me dieron el papel de Mercedes.

-- ¿Ahí fue la escena del desnudo?

--Era un topless. Hice el baile de los siete velos; era una danza sensual y seductora, nada vulgar. Por ese tiempo la gente no estaba acostumbrada a ver actrices ligeras de ropas; aún así entendieron mi papel y nunca recibí ofensas. Cuando estrenamos la película y fui a las promociones las señoras me trataban con respeto y más bien llevaban a los esposos para que me conocieran. No había morbo, nunca más hice nada parecido.

-- ¿Cómo llegó al Chinamo?

--Después de la película me salieron muchos contratos, iba y venía. En el 2001 Édgar Silva me entrevistó para el programa y le conté que carecía de experiencia, pero que me diera la oportunidad. El tuvo paciencia, nunca menospreció mi capacidad y aprendí rápido.

-- ¿Vive con lo que gana en la tele?

--Pagan bien pero no tanto como exigen. Tengo una empresa de asesorías que se llama AP Comunicaciones, de Apple Party. Hace un año trabajo solita, me va mejor, tomar decisiones es más sencillo. Un equipo de profesionales me colabora y manejo proyectos en mercadeo y promoción.

-- ¿Sale mucho?

--Nadie me ve en un bar; ni me topan de parranda. En mis ratos libres me gusta terminar de trabajar, quedarme un poco más en la computadora, organizar lo que pasó en el día y preveer. En la noche me desconecto, me calzo chancletas y veo tele. Me encanta History Channel; NatGeo, la televisión española y leer; mi escritor favorito es Mario Vargas Llosa y mi libro preferido Los cuadernos de don Rigoberto.

-- ¿Cómo le va en Siete Estrellas?

--Ahí soy colaboradora; respeto al ciento por ciento los mandatos y reglas de mi jefa; así soy en todo lado, nunca le atravieso el caballo a nadie.

-- ¿Qué quiere ser?

--Empresaria, desarrolladora de negocios, mercadóloga, investigar, ver que se puede explotar a nivel de mercado. Mi experiencia como modelo era un pasatiempo, nunca me encerré en la idea de que debía ser así el resto de mi vida.

-- ¿Tiene algún apodo?

--En el canal todos me dicen “Mamilín” desde que empecé en el Chinamo, así me bautizó el Porcionzón. En mi casa soy Gabriela; para mis dos hermanos Lea y Abi para mi hermana y mi sobrino.

-- ¿Un consejo para el éxito?

--Como decía mi abuela: “Hay que levantarse de la mesa con hambre y de la cama con sueño.”