Mamógrafos son insuficientes

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La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) aún padece la falta de mamógrafos que permitan la detección preventiva del cáncer de mama.

Actualmente, solo se cuenta con tres equipos distribuidos entre los hospitales San Juan de Dios (HSJD), Calderón Guardia (HCG) y México. Todos ellos superan los 15 años.

Mientras tanto, la incidencia de cáncer de mama aumentó alrededor de un 111 por ciento entre 1992 y 1995, y se espera que para el año 2000 ocupe el primer lugar entre los cánceres más frecuentes en la mujer.

Por ser equipo viejo, los mamógrafos no permiten una definición adecuada de las placas de rayos X, explicó Antonio Carrillo, radiólogo del HSJD.

Hebel Abellán, encargado de dicho servicio en el Calderón Guardia, defendió la resolución del equipo de ese centro, pero aseguró que no cuenta con la posibilidad de hacer biopsias, algo que sí cumplen los más nuevos.

Además, los tres equipos no dan abasto. En el HSJD, 2.000 pacientes esperan que se les atienda. En promedio, tendrán que aguardar seis meses, al igual que en el México.

En el HCG la espera es de tres meses, debido, según Abellán, a que rechazan los casos provenientes de centros de atención primaria, y solo atienden a pacientes referidas desde el propio hospital.

El problema dificultaría la puesta en marcha, en 1998, del Plan Nacional de Cáncer, que pretende fomentar un examen anual preventivo en aquellas mujeres mayores de 40 años.

Ambos médicos denunciaron la falta de personal capacitado. El HCG requiere cuatro personas más para salir avante con ese servicio. Actualmente, no hay un técnico fijo y solamente trabajan dos médicos entrenados.

Junto con Grace Curling, jefe a.i. de Radiología del México, concordaron en que un mamógrafo, aun nuevo, no da abasto para atender a todos los pacientes de cada hospital.

Respuesta insuficiente

La CCSS respondió a esta carencia con una licitación para la compra de ocho equipos nuevos, por un valor total de ¢300 millones.

Sin embargo, el proceso de compra puede demorar, al menos, unos seis meses, explicó Sergio Carmona, gerente de operaciones de la institución.

Se piensa sustituir los tres mamógrafos viejos y dotar de nuevos a la Maternidad Carit y a los hospitales Max Peralta de Cartago, y los de Pérez Zeledón, Heredia y Puntarenas.

Pero los radiólogos de los hospitales nacionales aseguraron que con esto no les solucionan el problema, pues tendrían que continuar trabajando con un solo equipo. Además, no se resuelve la falta de personal.

No obstante, a juicio de Carmona, ya la CCSS facultó a los hospitales para que compren equipo y contraten los servicios privados necesarios para solventar sus propias necesidades.

En el México se pretende incrementar las horas extras, pero esto no reduciría las presas, sino que permitiría atender emergencias.