Miami y Washington. AFP. La tormenta tropical Bonnie , que se dirige hacia el golfo de México, obligó ayer a la evacuación de todos los buques y personal que trabaja en el área del derrame de crudo, y prolongará la pesadilla de tres meses en esa región de EE. UU.
El gobierno estadounidense ordenó ayer la evacuación ante la inminencia de la llegada de la tormenta Bonnie , que tenía vientos de 65 km/h con rachas más fuertes y cuyo centro se ubicaba ayer a las 6 p. m. de Costa Rica a 615 km al este-sureste de cayo Hueso, Florida, con rumbo noroeste a 22 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
“Debido al riesgo que impone la tormenta tropical Bonnie a la seguridad de las casi 2.000 personas que trabajan en el derrame de crudo de BP en el lugar del pozo, muchos de los barcos y plataformas se preparan desde esta noche para alejarse del daño”, explicó el responsable del gobierno para la gestión del desastre, el almirante de la Guardia Costera Thad Allen.
“Esto incluye la plataforma desde la que se perfora el pozo de derivación que a la postre pondrá fin al pozo (dañado), así como a los buques necesarios para la contención” del derrame, agregó en un comunicado.
Allen reiteró una orden previa para que BP mantenga tapado el pozo dañado y se asegure que los buques encargados de monitorear el pozo sean los últimos en irse y los primeros en regresar.
La tormenta podría demorar hasta dos semanas las operaciones para sellar el pozo averiado de la petrolera británica BP, que desde abril ha vertido millones de litros de crudo en las aguas del Golfo de México, el peor desastre ambiental en la historia de Estados Unidos.
British Petroleum trabaja actualmente en la construcción de dos pozos de socorro que ayudarían a drenar el vertido. Paralelamente, prepara otro plan para sellar el pozo dañado con una mezcla de líquidos, materias sólidas y cemento.
Una de las preocupaciones de las autoridades es la resistencia del embudo instalado la semana pasada para frenar el vertido.