Antes de encontrarse con el apoyo del coreógrafo Miguel Bolaños, Einat Castro, bailarina de break-dance , era tan tímida, que hasta le daba pena hablar por teléfono.
“Tenía muchos complejos, no me aceptaba. Me sonrojaba por todo y, con tal de no tener que sostener una conversación con nadie, le decía que sí a todo lo que los demás me pedían”, cuenta la joven de 22 años. Esa misma timidez fue la que la hizo aceptar una invitación de Miguel Bolaños para que formara parte de sus proyectos.
De eso hace casi cinco años. Ella estaba participando en el Campeonato Nacional de Coreografías, cuando él la vio bailando con unas amigas y les hizo su propuesta.
Desde entonces, coreógrafo y bailarina desarrollaron un vínculo especial, donde, además de bailar, él le ayudaba a fortalecer su autoestima y creer en sí misma.
“Miguel siempre me ha apoyado; siempre está ahí para decirme ‘Einat, usted puede’ cuando yo pienso que no lo voy a lograr; él vio en mí algo que los demás no vieron”, dijo orgullosa.
Enorme cambio. El apoyo del coreógrafo ha sido tal en la vida de esta artista que ella pasó de ser una muchacha que practicaba breakdance por afición, a consolidarse como una de las principales bailarinas de este género en la escena costarricense.
De la mano de Bolaños y con mucha determinación, Castro creció en medio de un baile dominado por hombres. Ella ha logrado destacar y representar al país en competencias en toda Centroamérica, Colombia y Brasil.
Además de eso, Castro ha logrado, en poco tiempo, lo que pocos consiguen: vivir del arte. Actualmente, es profesora de niños y jóvenes en la academia Step Up y participa en espectáculos con dos crews (agrupaciones): Most Wanted y Candy Dinamita.
“Hoy sé que no tengo límites, que puedo soñar y obtener cosas que nunca me imaginé. También sé que tengo amigos con los que puedo contar por años. Hasta tengo un novio que ha estado ahí para apoyarme siempre”, aseguró.