Los Vivancos, la estirpe para la que no existen los imposibles

Sin límites Son músicos, bailaores y deportistas destacados; para estos hermanos españoles se puede brillar en todo campo

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Quien les enseñó a Elías, Judah, Josuá, Cristo, Israel, Aarón y Josué que los límites estaban solo en la mente fue su padre Pedro Vivancos. Él les mostró que la disciplina y el trabajo duro siempre dan buenos resultados. Hoy, Los Vivancos son músicos, bailarines y hasta deportistas destacados; se trata de la conocida agrupación española que presentará este viernes y sábado el espectáculo Aeternum, en el Teatro Nacional.

Ahora, hechos todos unos profesionales, estos muchachos viajan por el mundo honrando las enseñanzas de su padre en cada aplauso que reciben, y esperan cosechar muchos en Costa Rica.

Siete hermanos con nombres bíblicos, ¿es coincidencia, o fue parte de proyecto que su padre ideó?

Elías: No fue por un tema religioso. No sabemos el por qué de los nombres, sin embargo cremos que esto refleja parte de esa creatividad que había en nuestra familia, que es bastante original y particular.

Ustedes prometen un espectáculo de flamenco paranormal, ¿cómo se explica esta propuesta?

Elías: Lo de paranormal viene en una crítica que nos hicieron hace un tiempo. Hay varios factores que explican esa definición, por un lado, nosotros aplicamos el juego físico y lo usamos para hacer cosas que parecen imposibles. Por ejemplo, hacemos parte del espectáculo con los ojos vendados, zapateamos y tocamos instrumentos a la vez . Además de esto, toda la temática de la obra es lo sobrenatural; es una oda al poder del cuerpo, donde el mensaje es que el alma es más grande que él. Como parte de la obra jugamos con representaciones del alma, demonios, ángeles y de ahí lo paranormal que es también una parte de ella.

En el flamenco muchos artistas son más conservadores y prefieren no combinarlo con otras expresiones, ¿Qué opinión les merece eso?

Josuá: Nosotros no hacemos flamenco puro; hemos bailado flamenco toda la vida y lo llevamos en la sangre, pero nosotros hemos vivido en otros países y hemos aprendido de otras culturas y también las llevamos dentro; ahí vienen las fusiones con otros estilos. Sabemos que hay flamencos muy puros y los respetamos, pero nosotros preferimos sentirlo así.

¿Cómo es su relación con otros flamencos?

Josuá: Nosotros estrenamos este espectáculo fuera de España y cuando lo llevamos a nuestro país lo hicimos con mucho respeto porque sabemos que hay gente que critica muy fuerte las fusiones, pero la gente entendió muy bien lo que estábamos haciendo, sabían que era sincero y tanto la crítica como el público nos recibió muy bien.

El trabajo en equipo no siempre es sencillo y menos con la familia, ¿cómo hacen Los Vivancos para llevar una buena relación familiar y laboral?

Elías: Llevamos muy bien esto porque todos tenemos el mismo sueño y la misma meta, como toda familia, de vez en cuando hay un roce, pero como todos vamos en la misma dirección no pasa a más.

En total la familia Vivancos la integran 39 hermanos (todos con el padre en común) ¿Qué relación existe con el resto de la familia?

Elías: Es una muy buena relación, nos vemos poco, pero de vez en cuando nos juntamos y la pasamos muy bien (él termina y entre todos van narrando que hay un día familiar llamado el Día Vivancos, donde se reúnen para compartir una barbacoa y experiencias vividas)

Sabemos que su padre ha jugado un papel fundamental en sus vidas. Además de toda la influencia artística y deportiva que él ha tenido en ustedes, ¿cuál es la gran lección que han heredado de él?

Elías: Mi padre siempre nos enseñó a no decir no se puede, cuando un maestro nos decía que no se podía ser músico, bailarín y luchador al mismo tiempo, nuestro padre siempre decía sí se puede, todo es posible, entonces esa forma de vida nos ha marcado profundamente.