Los Brasileiros marcan una era

Con un vestuario traído directamente de Brasil, la comparsa dirigida por los hermanos Sterling busca dar este año más color y sabor a su siempre esperada presentación

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Solo mencionar el nombre de Los Brasileiros hace entrar en el cuerpo un movimiento inevitable. Durante más de cuatro décadas, la música y el baile de esta comparsa han contagiado a miles espectadores en el Carnaval de Limón.

Es un prestigio ganado a pulso, a ritmo y sudor sobre las calles de la ciudad caribeña; un renombre que crece año con año y que sus integrantes no están dispuestos a perder.

Es por eso que este 2012, los hermanos Dennis y Danny Sterling –directores de la agrupación– decidieron subir un poco más la estafeta y ofrecerle al público un espectáculo digno de recordar.

Para ello, prometen que sus más de 100 bailarines derrocharán la cadencia y el sabor de siempre, pero enfundados en una gran novedad: un vestuario traído directamente de Brasil, la cuna de la samba.

“Este año, la novedad de Los Brasileiros va a ser todo un espectáculo de vestuario, algo especial para darle a mi pueblo; eso es lo que la gente se merece”, adelantó Dennis.

“Es un vestuario fuera de serie, que nos alegra e ilusiona mucho; antes no íbamos al carnaval de San José, porque las comparsas de allá nos ganaban en fantasías y vestuario, el ritmo lo teníamos pero nos hacía falta eso. Ahora, iremos felices a cualquier parte”, añadió el gemelo.

Fiesta adelantada. Desde mediados de setiembre, la comparsa limonenese comenzó a ensayar todas las noches de lunes a viernes.

Cada ensayo de Los Brasileiros es un carnaval en pequeñito. Desde mucho antes de las 8 p. m. –hora acordada para el inicio–, decenas de personas apartan un lugar en las aceras.

Tardan más los hermanos Sterling colocando los instrumentos en media calle que un grupo de niños en caer sobre ellos y comenzar a improvisar su propia batucada.

“Es algo que ocurre siempre, los niños son los primeros en agarrar los bolillos para tocar. Tengo que dejarlos, porque ellos son el futuro. Prefiero verlos con los tambores que disparando un arma o fumando droga; prefiero verlos ilusionados tocando, bailando y brincando que en otra cosa”, aseguró Dennis.

En pocos minutos, la calle es tomada por decenas de bailarines de todas las edades, que se ubican según el segmento al que pertenecen: niñas, medianas, fantasía y grandes.

El grupo de bailarines supera los 100 integrantes... Y podrían ser más; sin embargo, el apoyo económico que recibe la comparsa no alcanza para complacer el deseo de otros cientos de limonenses que sueñan con ser parte del carnaval.

“No hace falta reclutar bailarines, con solo anunciar en la radio el arranque de los ensayos, mucha gente se acerca, madres que vienen con sus hijos para que los incluya. Cada año, recibimos como un 15% de nuevos bailarines, el problema es que uno quisiera decirle que sí a todos, pero el costo de un grupo más numeroso es muy caro”, explicó este limonense.

Durante más de dos horas, la fiesta no para en Jamaica Town. Muchos están ahí después de una jornada de trabajo y al día siguiente tendrán que levantarse temprano, pero eso no parece preocuparles.

Grandes y chicos bailan como si no hubiera un mañana, contagiando a cuanta alma haya a su alrededor con esa energía que solo tienen Los Brasileiros.