Lorna mantiene su dilema en la Garbo

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La película belga El silencio de Lorna (2008) se mantiene con vigencia temática en la Sala Garbo, en funciones de 3, 5, 7 y 9 p. m., cine de estilo diferente en una sala de trayectoria igualmente distinta. El valor de la entrada es de ¢3.000.

La comentarista argentina de cine, María Bertoni, dice –a propósito de esta película de los hermanos Dardenne, Luc y Jean-Pierre– que después de El niño , anterior largometraje de dichos hermanos belgas, El silencio de Lorna vuelve a convencernos no solo del talento de dichos directores, sino también de su sensibilidad social y de su coherencia personal y profesional. Esta es una buena oportunidad para reencontrarnos con un cine que es capaz de expresarse como ensayo literario.

En efecto, los hermanos Jean-Pierre y Luc siempre cuentan algo importante, pero –además– dicen mucho con sus imágenes, a la vez que explican poco. Dejan al espectador que piense sobre las hipótesis que ellos plantean con sus imágenes.

El silencio de Lorna retoma el tema de las inmigraciones en algunos países europeos y de las consecuencias que las migraciones tienen en las conductas de las mujeres. Buen filme, sin duda.