Longevos colosos de la naturaleza

Linda Moskalyk La energía de los árboles se revela en trazos y texturas en la Galería Nacional

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Monumentales árboles manan desde la pintura acrílica y se mezclan, en un inquietante collage, en las obras de la artista canadiense Linda Moskalyk. Los trazos viajan desde el bosque tropical de Costa Rica hasta el lienzo, ansioso por recibirlos. La energía de cada árbol impregna las obras a través de elementos naturales, provenientes de los senderos.

Alas de mariposa disecadas, ramas y una gran variedad de hojas secas llegan desde el bosque secundario y se posan en las obras de Moskalyk para formar Retratos de sobrevivientes.

“Estas obras fueron pintadas en el bosque tropical de Costa Rica. Estoy intrigada por los gigantes que surgen sobre otros árboles. Estos debieron ser los que no fueron cortados en la deforestación”, relata la artista.

Linda Moskalyk es una especialista en árboles pues los cría con propósitos de reforestación. Esto hace el paso a la pintura más fácil ya que ella conoce su estructura y la manera en la que crecen y viven.

Mediante una técnica que ha depurado durante cuatro años, Linda Moskalyk resalta imágenes cargadas de simbolismos ocultos entre capas de color, papel e impresos de hojas.

Todo esto otorga a sus pinturas una atmósfera que transporta al bosque a quienes aprecian su arte. Cada obra se acompaña de la foto del árbol retratado, así como de textos motivacionales, poemas y frases que complementan la visión de la artista.

En capas. Cual mantos translúcidos, las capas de pintura caen una sobre otra y forman texturas atrayentes. Son huellas de la vida en el bosque que empapan el lienzo con su esencia. El acrílico y el collage dialogan para formar diez cuadros en gran formato que lucen imponentes en la sala V de la Galería Nacional.

“Las pinturas incluyen alas de mariposas y hojas ‘esqueletizadas’ encontradas en el bosque. Otros vestigios presentes son huellas estampadas de nervaduras de hojas y helecho en tejido de papel muerto”, explica la pintora.

“Linda no pretende hacer una denuncia; más bien, exalta la belleza y transmite la energía de la convivencia con estos seres maravillosos. Los árboles son el sostén de otros organismos vivientes adosados a ellos en una efectiva simbiosis, y en otros casos solamente cobijados por su sombra”, explica Sebastián Mello, director de la Gale-ría Nacional.

La creadora de estas imágenes de la naturaleza relata que una vez se detuvo debajo de uno de los árboles gigantes para observar detenidamente su diseño único. Desde esa vez, las imágenes y los sentimientos que le transmitieron tomaron protagonismo en sus obras de arte.

Encuentro cautivante. Linda cuenta: “En la Reserva Cloudbridge (en la cercanías del Parque Nacional Chirripó) noté que había árboles gigantes que no se cortaron en la primera deforestación. El bosque secundario sigue creciendo alrededor de ellos: son símbolos de lo que fue el bosque”.

Los árboles que la artista pinta son un homenaje a los gigantes verdes que sobrevivieron a la deforestación y a otras actividades humanas. La artista confiesa que su obra preferida es El centinela, uno de los cuadros más grandes de la exhibición pues admira la fortaleza del “personaje” real, que ni el tiempo ni la tala han derribado.

“Esta muestra rinde tributo a los grandes del bosque, los árboles, iconos de un país que revirtió la deforestación y aportó equilibrio a la naturaleza”, manifiesta Sebastián Mello.

Arte texturizado. La pintura acrílica es versátil y funciona bien al mezclarse con otros materiales. A la artista siempre le han intrigado las texturas y las capas. Estas técnicas permiten jugar y alientan al espectador a mirar más de cerca para encontrar tesoros escondidos.

“He experimentado con mezclas de materiales por los últimos cuatro años y finalmente ingenié un estilo con el que me siento cómoda”, asegura Linda. Ella realizó estos diez cuadros durante dos años.

La paleta de color de Retratos de sobrevivientes se compone de cuatro tonos básicos: dorado quinacridona, azul ultramarino, blanco titanio y negro carbón. Estos colores pueden mezclarse para producir una variedad de tonos azules y verdes, que la artista deseaba a fin de recrear el bosque. Para ella, el uso de una paleta reducida mantiene la pintura unificada.

Además de utilizar el acrílico, la artista tiene también interés en la acuarela y en otros tipos de collage. Moskalyk ha pintado árboles anteriormente, pero nunca combinó técnicas como en esta ocasión. Lo que hace especial esta muestra son los elementos encontrados en el lugar: hojas, esqueletos de helechos y alas de mariposa.

“La experiencia de crear una pintura es la única actividad que me permite llegar al punto de olvidar al resto del mundo. Solo en ese momento me siento conectada a mí y a mis pensamientos. Es una experiencia maravillosa. Espero que esta exhibición refleje mi preocupación por el ambiente y por la deforestación que ocurre en el mundo”, concluye la artista.

“Invitamos a todas las personas a venir y apreciar esta muestra, donde podrán cargarse de energía y disfrutar un rato entre imponentes imágenes de habitantes de nuestra naturaleza”, expresa el director Sebastián Mello.

Retratos de sobrevivientes se mantendrá por todo el mes de febrero; en julio y en septiembre se exhibirá en dos galerías en Saskatchewan, Canadá.