Llevarse la pampa en el paladar

No es fácil dar con la comida nicoyana, pero tampoco imposible. Arroz de maíz, chicheme y gallina chotada están en la lista

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08 de julio del 2011, Guanacaste, Nicoya, Platos tipicos en restaurante, maiz /caravaca (Marvin Caravaca)
08 de julio del 2011, Guanacaste, Nicoya, El Mercadito es un sitio donde se vende todo tipo de comidas de la zona, en la imagen la joven Yadicsa Maria Chavarria Garcia ( blusa celeste) y su hermana Greisel Mariana Chavarria atienden el puesto atras su madre la Sra Maria Virgina Garcia /caravaca (Marvin Caravaca)

Encontrar en Nicoya gastronomía autóctona no es fácil. Lo que más se estila son los alimentos empacados y que se comercializan en el Mercadito, nombre con el que se conoce al mercado del cantón y que es un galpón ubicado en las inmediaciones de la Corte.

Sin embargo, si se busca, literalmente, “hasta por debajo de las piedras”, se pueden encontrar algún lugar donde se pueda disfrutar del célebre arroz con maíz que preparan los nicoyanos. Necocyauh es ejemplo de esos contados lugares en la pampa.

Se trata de un bar y restaurante situado en el barrio San Martín de Nicoya (ubicado 50 metros sur de la plaza), y el cual promete a los comensales un recorrido por la comida de la península de Nicoya.

Entre los platillos célebres de este local están el frito, el arroz de maíz y la gallina achiotada.

Si de bebidas se trata, el chicheme se impone. Preparado a base de maíz pujagua o morado, esta receta tiene un legado indígena, pues era usado por los antepasados en sus ritos.

Justamente, prepararlo es en sí mismo un ritual, pues demora varios días arreglarlo para que dé el punto exacto. Es por eso que encontrar chicheme en restaurantes guanacastecos es, en ocasiones, difícil.

El restaurante nicoyano también le ofrece opciones para tomar café. Si va en la tarde puede disfrutar de una chorreada o de una deliciosa tortilla aliñada, que consiste en una mezcla de maíz con chicharrón de cerdo.

Si opta por algo más tradicional, los casados, la olla de carne y la lengua en salsa también seducirá a su paladar. Una particularidad del restaurante es que ofrece gastronomía variada, tanto nacional como internacional.

Además de los platillos nicoyanos se pueden encontrar pastas, comida vegetariana, rápida y alimentos preparados a base de frutos del mar.

En carnes, destacan el churrasco, el popular cordon blue de pollo y la costilla BBQ.

Si de antojos se trata, se puede optar por una sopa de leche, sopa negra, pollo con chilote y sopa de gallina.

En todos los casos, vaya preparado, o más bien con buen apetito, pues los platos que se sirven en Necocyauh son bastante grandes.

Como dato curioso, en este lugar los alimentos son servidos en platos y sartenes de barro, algo que va de la mano con su rústica decoración.

Al entrar, usted se encontrará con bancas y mesas de madera, antorchas y objetos y utensilios con legado costarricense.

El local dedica una esquina a exhibir marimbas, utensilios de barro, planchas de ropa de antaño, una cocina de leña y chorreadores de café.

En las paredes de esta esquina de los recuerdos se aprecian las fotografías de adultos mayores nicoyanos, recordados en el pueblo.

Antes de irse de Necocyauh no se olvide de firmar el libro de visitas y de dejar en sus hojas sus impresiones sobre el lugar. El local está abierto de miércoles a sábado, de 7 a. m. a 10 p. m, y los domingo de 11 a. m. a 10 p. m.

Pequeño, pero surtido. En el Mercadito podrá encontrar alimentos empacados, de Nicoya y de Guanacaste.

Al menos, unos cuatro vendedores se encargan de atender a la clientela. Bizcochos nicoyanos, cuajada, cajetas, atol de maíz pujagua, rosquillas, tamal de elote, chicheme, chorreadas, chileras, queso, leche y pan casero es de lo que ellos ofrecen.

Y para los más arriesgados, también se vende vino de coyol.

Este local está abierto todos los días, desde las 7 a. m. La mejor hora para visitarlo es en las mañanas. Así se garantiza encontrar productos frescos y variados, ya que por ejemplo las chorreadas se van como pan caliente, antes del mediodía.

Según comentaron los comerciantes de este pequeño local, durante las fiestas de la Anexión se tirarán a las calles nicoyanas a vender sus productos.