Liz Vega: ‘No voy a ser una jueza de hierro porque no me queda’

Papel neutral La jueza neutral del Reto centroamericano de baile prefiere ser consejera y mediadora, antes de hacer ácidas críticas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Aunque admite que no sabe con exactitud qué será lo que va a hacer en el programa Reto centroamericano de baile, la bailarina cubana-mexicana Liz Vega asegura que sí sabe qué no será la “jueza de hierro”, pues eso es algo que no va con su personalidad, alegre y efusiva.

“No tengo ni idea de quiénes son los concursantes, no sé quienes van a estar conmigo en el jurado. Yo llego a El Salvador el domingo, la verdad es que no tengo idea de nada. Sé que simplemente voy a estar de jurado; sé que simplemente no voy a ser una jueza de hierro porque no me queda”, admitió a Viva la también actriz, quien es la única integrante del jurado que no pertenece a uno de los países participantes.

Este reto en la pista comenzará mañana en El Salvador.

Vega dejó claro que su papel no será el de juzgar a nadie sino el de brindar consejos constructivos, así como el de ser una jueza mediadora en el panel, conformado por un experto de cada país.

El reto del domingo –concurso en el que bailarines de Honduras, Costa Rica y El Salvador se disputarán el primer lugar– será para la bailarina la primera vez que se ponga en los zapatos de jueza.

“La verdad que estoy muy contenta. Tengo emociones encontradas, porque siempre he estado del otro lado de la reja, y ahora voy como jurado. Voy con todo el deseo de enseñarles (a los concursantes) todo lo que he aprendido”, comentó Vega, quien esta semana grabó unos comerciales sobre el reto, que se transmitirán en El Salvador.

“Toda mi vida he sido bailarina de corazón. Mis primeros pasos en el baile fueron porque mis papás eran bailarines de casino. Tengo sangre cubana; comencé a bailar bailes tropicales, pero nunca tuve una formación ni de ballet ni artística; me he forjado con este tipo de realities”, añadió.

Consejos. Antes de criticar, la bailarina les adelantó algunos consejos a los bailarines. Entre ellos, el intentar resaltar el carisma, la actitud, no dejarse llevar por los nervios y dejar toda la energía en la pista de baile.

“Creo que mucha gente se ha forjado también en la calle, y creo que es importante que le demos la oportunidad, y yo soy de ese lado”, comentó la cubana. Además, dijo que durante el reto hará el lanzamiento de un sencillo de su nuevo disco, del cual se limitó a decir que es un álbum pop con aire latino.

“En lo que me voy a fijar es en la personalidad y la actitud de los bailarines. Lo primero que voy a ver es si tienen ese ángel que se le detecta a una persona cuando se para ante un escenario”, expresó.

“Lo más difícil de estar en una pista de baile es la impotencia de no poder decirle al jurado: ‘¡Ven y hazlo tú!”, expresó sobre los retos a los que se enfrentan los bailarines en la pista de baile.

Vega no quiso concluir la entrevista sin dejar de enviarle un último consejo a los participantes, y fue que tomen las críticas con humildad y las sepan escuchar, aunque no estén de acuerdo con ellas. “De 10 palabras que puedan decir, dos te van a servir, pero hay que tener la humildad de decir: ¡Gracias!”, concluyó.