El vicepresidente Luis Liberman, señalado ayer por Manuel Serrano como encargado de ordenar la continuación de obras en la trocha fronteriza, contestó que su tarea no era girar órdenes ni directrices a ninguna institución.
“Mi papel fue hacer eco de la decisión política de proseguir con la obra y, más tarde, buscar soluciones para conseguir los recursos para financiarla”, respondió por correo electrónico.
El exjefe regional del Conavi, Manuel Serrano, dijo ayer en su comparecencia ante diputados que Liberman fue quien dio la orden de continuar la segunda etapa de la trocha, de Delta Costa Rica hasta Tablillas, pues él era parte del “grupo de alto nivel” que tomaba decisiones sobre esa vía.
El vicepresidente recordó que los problemas administrativos que originaron la denuncia penal en la Fiscalía fueron posteriores a la decisión de continuar con los trabajos.
“Nunca di órdenes a un mando medio del Conavi. Cuando había necesidad de hablar de ese tema, se hacía con el exministro Jiménez y con el exdirector Carlos Acosta”.
Luis Liberman añadió que en cuanto a la determinación política de proceder con el avance de las obras, de otorgarle prioridad y garantizar la continuación “fue una decisión de Casa Presidencial”.
“Razones de seguridad y de soberanía obligaban al país a actuar. Ese fue el mensaje que de manera consistente transmitimos a toda la Administración”.
Ante la posibilidad de que la comisión de diputados lo llame a declarar durante la investigación, Liberman dijo no tener ningún problema. “No hay nada qué ocultar”, concluyó en su respuesta por escrito.
El vicepresidente también es parte de un grupo asesor para temas de infraestructura.