Los diputados del PLN salieron ayer apresurados del plenario legislativo, empujando puertas y recibiendo gritos, para evitar que los opositores aprobaran una moción tendiente a recortar el Presupuesto Nacional del 2012.
A las 4:50 p. m., la fracción de Gobierno se vio sorprendida cuando el presidente del Congreso, Juan Carlos Mendoza, anunció la votación de una propuesta para que el plenario actuara como una comisión capaz de hacerle cambios al plan de gastos de ¢6 billones.
Los oficialistas no se habían percatado de que el PAC, el Movimiento Libertario, el PUSC, el PASE y el Frente Amplio había negociado una moción para retomar la posibilidad de recortar el presupuesto, luego de que un intento similar fracasó a finales de octubre en la Comisión de Asuntos Hacendarios.
Alrededor de las 4:30 p. m., el jefe de fracción del PAC, Manrique Oviedo, apuraba sus pasos por el edificio. Buscaba a Víctor Granados, jefe del PASE. Este último, a su vez, habló con Luis Fishman, del PUSC y, minutos después, todos rodearon al presidente legislativo.
Al ser anunciada la moción, los diputados liberacionistas se levantaron y empezaron a salir del plenario llamándose unos a otros.
Los opositores les gritaban y Mendoza ordenó a los ujieres cerrar las puertas, pero los oficialistas lo impidieron incluso cuando el diputado del PAC Víctor Hernández intentó hacerlo.
Así, el PLN logró romper el cuórum y suspender la sesión. Luis Gerardo Villanueva, jefe de fracción del PLN, lo resumió así: “Nos vimos en la necesidad de protestar”. Añadió que no regresarán al plenario hasta que no se retire esa moción.
Según Villanueva, el procedimiento estaba viciado porque los opositores pretendían hacer cambios sobre la base del dictamen negativo que le dieron al presupuesto en Hacendarios, aunque este no disponía de un texto de respaldo.
Mendoza y los jefes opositores rechazaron esa posición al decir que los diputados tienen derecho de enmienda, independientemente de los dictámenes. “Si existe una mayoría que quiere cambios, se debe permitir”, dijo Mendoza.
El Presupuesto Nacional debe ser aprobado el 30 de noviembre.
¢20.000 millones menos. Desde antes de romperse el cuórum, la diputada del PAC, Yolanda Acuña, tenía en sus manos una moción para recortar ¢20.000 millones en gastos “superfluos”, según aseguró .
La enmienda tocaría, por ejemplo, ¢605 millones del Congreso, ¢238 millones de la Contraloría General y ¢90 millones del Ministerio de la Presidencia.
Dicha propuesta está por debajo de los ¢35.000 millones que Fishman pretendió recortar desde la Comisión de Hacendarios.
Carlos Ricardo Benavides, ministro de la Presidencia, afirmó que la maniobra fue innecesaria porque el Gobierno tenía conversaciones con diputados para lograr un entendimiento sobre el presupuesto, pero hay legisladores que “quieren salir en la foto”.
Alegó que ya habían conversado con la diputada Acuña.