Latinobarómetro 2010

La democraciase consolida de la mano de la recuperación económica

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Mayor apoyo a la democracia, a la empresa privada y a la economía de mercado; estabilidad política, moderación y viraje al centro en materia electoral; optimismo y satisfacción con la democracia; y la delincuencia como el principal problema que preocupa a los latinoamericanos, son en mi opinión los mensajes más importantes que se desprenden del XV Informe del Latinobarómetro (LB), presentado el pasado 3 de diciembre en Santiago de Chile.

LB es una organización chilena sin fines de lucro, que viene llevando a cabo encuestas regulares de opiniones, actitudes y valores en América Latina desde 1995. La encuesta que sirvió de base al XV Informe fue realizada por empresas de opinión pública locales en los 18 países de América Latina. Se efectuaron 20.204 entrevistas cara a cara, las cuales se llevaron a cabo entre el 4 de setiembre y el 6 de octubre 2010. El margen de error es del 3%.

Crecimiento sostenido del apoyo a la democracia

La noticia más importante es que el apoyo a la democracia en América Latina ha vuelto a crecer (61%) de la mano de la recuperación económica. Desde el año 2007 el apoyo a la democracia aumenta sostenidamente, no de manera abrupta sino mediante aumentos graduales año tras otro. Es la primera vez desde que LB empezó a medir este importante indicador que se produce un aumento sostenido durante cuatro años sucesivos.

La satisfacción con la democracia por su parte se mantiene en un porcentaje igual al del año pasado, 44%.

Cabe recordar que, a diferencia de la crisis económica del 2001, que causó una importante disminución del apoyo a la democracia llevándolo a un magro 48%, la reciente crisis no produjo un efecto similar. Ello se debió, en gran medida, a que muchos países de la región, sobre todo de América del Sur, sufrieron sólo una breve recesión seguida de una rápida y fuerte recuperación. Además, un número importante de países aplicaron medidas contra cíclicas reforzadas mediante una amplia red de seguridad social dirigida a proteger a los sectores más vulnerables. Todo ello produjo muy buenos resultados no solo a nivel económico, sino también en el ámbito de lo social, tal como se desprende del reciente informe de la CEPAL, según el cual la proporción de latinoamericanos que viven en la pobreza aumentó solo marginalmente en 2009 para volver a caer este año al 32%.

En materia de apoyo a la democracia, Venezuela (84%), Uruguay (75%) y Costa Rica (72%) son los tres países con los índices de apoyo más altos. Sin embargo, solo alrededor de la mitad de los encuestados en México y Brasil, los dos países más poblados de la región, son demócratas convencidos, lo que produce una baja de la media regional.

En el caso de Costa Rica, el apoyo a la democracia disminuyó levemente (del 74% en 2009 al 72% en 2010), y, la satisfacción con la democracia igualmente disminuyó pasando del 63% (en 2009) al 61% (en el 2010).

Optimismo y economía de mercado

La resistencia de la región a la crisis financiera y la rápida recuperación experimentada durante el 2010, vino acompañada asimismo de un importante nivel de optimismo y de un importante aumento del apoyo a la empresa privada y a la economía de mercado.

Obviamente el nivel de optimismo registra asimismo importantes variaciones entre los países de la región. En Brasil, por ejemplo, el exitoso desempeño económico y la elevada popularidad de su presidente saliente, Luiz Inácio Lula da Silva, se refleja en una sensación de progreso que es ampliamente compartida por la ciudadanía. El optimismo es en cambio más modesto en México y América Central, donde la recesión fue más grave, la recuperación es más lenta, y en donde la violencia y la delincuencia han empeorado significativamente.

El buen desempeño económico de la región ha traído asimismo un mayor apoyo en favor de la empresa privada y de la economía de mercado. Para el 71% de los latinoamericanos la empresa privada es indispensable para el desarrollo, un incremento del 27% respecto del 2007. Por su parte, un 58% considera que la economía de mercado es el mejor sistema para llegar a ser un país desarrollado, un incremento del 23% respecto del año pasado.

El optimismo se ve reflejado asimismo en el grado de aprobación de los gobernantes. La aprobación de gobierno viene aumentando de manera sostenida desde 2002 de un 36% a un 56% en el año 2010. Los presidentes son los grandes ganadores, ya que no solo aumenta su valoración política, sino que logran mejorar la percepción de la democracia en sus países. En total, hay once países de los 18 que se miden, que gozan de una alta popularidad de Gobierno superior a 50%, encabezados por Lula con el 86% de popularidad. En el caso de Costa Rica, el porcentaje de aprobación del gobierno pasó de un 75% en 2009 a un 53% en 2010, año en que Laura Chinchilla asumió la presidencia.

Esta situación ha tenido un impacto directo en las elecciones presidenciales que tuvieron lugar durante el 2010. En tres de los cuatros procesos electorales presidenciales (Chinchilla en Costa Rica, Santos en Colombia y Rousseff en Brasil) hubo continuidad sin reelección debido en gran medida a la alta popularidad de los presidente salientes (Arias, Uribe y Lula). En un solo caso, Chile, la elección del presidente Piñera trajo alternancia después de 20 años de Gobiernos consecutivos de la “Concertación”.

La seguridad como prioridad

América Latina tiene uno de los niveles de violencia delictiva más altos del mundo. Con solo 8.5% de la población mundial, concentra cerca de 27% de los homicidios dolosos a nivel global. Cada año cerca de 200 millones de latinoamericanos y caribeños —un tercio de la población total de la región— son víctimas, directas o en su núcleo familiar, de algún acto delictivo. En lo que va de la presente década más de 1.2 millones de personas han perdido la vida como resultado de este tipo de violencia, gran parte de ella ligada a actividades criminales transnacionales. Por todo ello no nos debe extrañar que a los latinoamericanos les preocupe más la delincuencia (27%) que el desempleo (19%). Los primeros tres lugares son ocupados por Venezuela (64%), Panamá (46%) y El Salvador (44%). En el caso de Costa Rica, la delincuencia es considerada el problema más importante del país, manifestándose en 38% de las opiniones, ubicándose en el cuarto puesto a nivel regional –detrás de Venezuela (64%), Panamá (46%) y El Salvador (44%)– de los países que señalan la delincuencia y seguridad pública como la principal problemática nacional.

Mi opinión: Los datos del LB evidencian que el proceso de consolidación de las democracias latinoamericanas ha avanzado de manera importante durante la última década, sin soslayar las importantes diferencias que existen entre los países de la región. Las sociedades se han visto transformadas como consecuencia del impacto agregado de las reformas (económicas, sociales y políticas), las cuales están empezando a tener efectos positivos en relación con la imagen de la democracia y la manera en que ésta se desempeña (“delivery”). El aumento sostenido del apoyo y la satisfacción con la democracia durante los últimos años muestra una mayor congruencia entre las demandas de los ciudadanos y las respuestas de los Gobiernos a esas demandas.