Las pinturas de José Bedia navegan por el misticismo

Pintor cubano Uno de los más notables artistas de la década de los 80 en Cuba expone La isla misteriosa , en la Galería Klaus Steinmetz

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José Bedia atraviesa en sus obras una noche mística y erótica. Sus pinturas en gran formato trazan el mapa de La isla misteriosa , título de su nueva exposición en la Galería Klaus Steinmetz .

Bedia, uno de los más destacados artistas de la generación de la década de los 80 del arte cubano, expone por segunda vez en la galería, donde se presentó hace 11 años. Para Klaus Steinmetz, es “el artista contemporáneo más significativo salido de Cuba en los 80”.

La inauguración se realizará hoy, a las 2 p. m. en la galería, ubicada al costado este de Plaza Rolex , en San Rafael de Escazú. Habrá un concierto con Passiflora, danza en telas de Celibeth Bolaños, festejo por el aniversario de la marca de diseño Etérea y otras actividades gratuitas hasta las 6 p. m.

Místico. La creación de José Bedia surge del crisol del sincretismo cubano, elemento fundamental para la cultura de la isla. “Es un sincretismo desde la perspectiva cubana, pero también del Caribe y de la manifestación contemporánea de las culturas primitivas”, comentó Steinmetz.

Bedia es muy cercano a la religión yoruba y al denso simbolismo que este culto de origen africano ha elaborado en las islas caribeñas.

“Él es un etnógrafo fanático: parte de su estilo de vida es que cada año pasa una temporada con una tribu indígena”, recuerda Steinmetz.

Bedia reside en Miami, pero ha vivido en México y pasado temporadas en República Dominicana, Angola (estuvo allí durante el conflicto bélico, en 1983), y con indígenas de América y de África.

Su obra mezcla la iconografía religiosa con imágenes de su más directa experiencia personal, y suele incorporar textos sugestivos en sus obras.

“Es un trabajo muy religioso, pero también con una cuestión existencialista: busca entender su humanidad, su ser viviente y su realidad inmediata desde su religiosidad”, dice Steinmetz.

Se trata, en suma, de “entenderse a sí misma e interpretarse como consecuencia de ese sincretismo”.

Así, la obra de Bedia juega con la tradición del animismo e incorpora personajes como la mujer insecto ( la Tatagua ), ciervos, cabras y otras figuras propias del culto yoruba y sus derivados.

“La isla cobra vida. Es ese elemento importante en todo el arte cubano contemporáneo, relación a veces, nostálgica, de reproche, política...”, comenta Steinmetz.

La isla está presente como una presencia femenina. Esa insularidad cobra vida en las mujeres y en las situaciones personales –relaciones personales, viajes, mudanzas– representadas en sus telas. Steinmetz agrega que en estas obras, creadas desde el 2012, destaca la incorporación del sincretismo de República Dominicana, así como situaciones personales.