Las muchas heridas del celta

Roger Casement la reciente novela del premio Nobel Mario Vargas Llosa narra una vida DE trágicaS AVENTURAS

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En 1902 se publicó El corazón de las tinieblas , de Joseph Conrad, quien conmovió a los lectores al mostrar las brutalidades de la colonización y del imperialismo europeos, los peligros de la selva africana y las complejidades del ser humano.

Una noche, en el centro del Imperio Británico, en un viejo barco anclado en el Támesis, un marinero –el narrador – recuerda su viaje por el río Congo cuando ese territorio africano padecía bajo el dominio de Leopoldo II de Bélgica. Luego, la novela desarrolla una historia alucinante y violenta.

Conrad se movió con habilidad en aquel tema: enrolado en una compañía mercante, había viajado al Congo, había navegado por el gran río y también conoció las desgracias del sistema colonial. Muchos géneros. Leyendo una biografía sobre Conrad, Mario Vargas Llosa se encuentra con Roger Casement, diplomático británico –conocido de Conrad –, quien, mediante dos minuciosos informes dirigidos al Foreign Office (Relaciones exteriores) de Londres, denunció la barbarie del colonialismo en el Congo belga, y los crímenes que Julio C. Arana –representante de la Peruvian Amazon Company– ejerció contra los indígenas que eran explotados para obtener caucho en las selvas peruanas.

Roger Casement prestó sus servicios a la Cancillería británica como cónsul en el Congo, en el Brasil y en la amazonia peruana. Al denunciar la esclavitud y la violencia coloniales, su odio contra el Imperio Británico fue creciendo de tal modo que Casement llegó a tomar como suya la causa independentista irlandesa.

Ni el título de “Sir”, otorgado por el gobierno de su Majestad Británica, impidió que Casement se entregase en cuerpo y alma al nacionalismo irlandés, razón por la que finalmente Londres lo detuvo, lo juzgó y lo condenó a muerte.

Con tendencia moralizante, el gobierno británico reveló algunos pasajes de los diarios íntimos de Casement, en los que narraba buena parte de sus fantasías y experiencias homosexuales. A la condena legal siguió el daño “ejemplarizante” de la difamación pública.

La historia, la vida de ese diplomático aventurero, humanista y huérfano de patria, seduce a Vargas Llosa, quien inicia una investigación pormenorizada sobre el tema, que incluye viajes, lecturas y entrevistas: todo le dará la materia prima para El sueño del celta.

Como género literario, en la novela caben todos los géneros: los relatos, las cartas, las notas periodísticas, los escritos judiciales, los reglamentos disciplinarios, los infor-mes diplomáticos, los diarios íntimos, las crónicas de viaje, las biografías...

Además, los datos históricos se ordenan según las reglas de la ficción: esta es la que decide la forma en la que se llenan los vacíos de información, el tono en las voces de los personajes, las omisiones y la estructura de lo que se quiere contar –con sus tiempos y las posiciones del narrador–.

Como ocurre en este caso, una novela pierde mucho si la investigación histórica que le sirve de base entraba la ficción. La novela cede en su autonomía si el lector percibe al narrador relatando lo que investigó y limitando la libertad de los personajes que le dan sentido a la narración. Transformaciones. El sueño del celta empieza en el Congo en 1903 y termina en una cárcel de Londres en 1916. Como en varias de las novelas de Vargas Llosa, los capítulos se intercalan: por una parte se cuentan las aventuras de Roger Casement en el Congo, en la Amazonia peruana y en Irlanda; por otra, sus días y sus noches en prisión, que transcurren con lentitud a la espera del indulto para su condena.

Roger Casement aparece en la obra de Vargas Llosa como un personaje desgarrado entre sus obligaciones para con la Cancillería británica y su odio contra el imperio que está obligado a representar en África y en América del Sur. También desgarrado entre sus tendencias homosexuales y la exigente moral de su tiempo, Casement aparece como un personaje agobiado por la soledad, desterrado, sin raíces profundas en ningún lugar.

La muerte de su madre lo sumió en una orfandad de la que nunca pudo librarse. En Escocia, en Inglaterra, en el África, en el Brasil, en la ciudad de Iquitos, en el río Putumayo, Casement siempre se sintió un desterrado.

Los años vividos en el África y en la selva peruana lo exponen a la vivencia del colonialismo y de la esclavitud durante los últimos años del siglo XIX y los dos primeros decenios del siglo XX.

Su sensibilidad se ve alterada por esas experiencias y su pensamiento político cambia: el Congo transforma a Casement, quien, además, en territorio africano, sintiéndose lejos del control y de las disciplinas británicas, vive con un poco más de libertad su sancionada sexualidad –castigada también por el propio autor de la novela, quien lo mira a la distancia, sin empatía y con rigor–.

La experiencia en las colonias define el pensamiento antiesclavista de Casement, extrema su animadversión contra Gran Bretaña, lo acerca a su intimidad y marca el rumbo de su vida política. En el África y en el Perú germinó su amor por Irlanda, la más cercana colonia del Imperio Británico.

Sin embargo, en El sueño del celta se abordan con cierta superficialidad la reflexión sobre el colonialismo como sistema de dominación; a la vez, tampoco se profundi-za en las transformaciones subjetivas de Casement.

El narrador se apega al guion de sus investigaciones; el narrador y el investigador se confunden, y los personajes sufren por ello.

El novelista maneja todos los hilos de la historia y conoce todos los datos, y alterna su extensa participación con los diálogos entre los personajes y con la exposición del mundo interno de Casement.

A pesar de todo ello, como los indígenas del Perú y como los negros del Congo, los personajes de El sueño del celta han perdido libertad. Biografía novelada. En estos días, muchas son las cosas que se pueden decir sobre Mario Vargas Llosa. Una vez más, todos los medios de comunicación tienen su imagen en las portadas: elegante, canoso y serio. Aparece por todas partes: enfático, seguro, peruano, español, novelista; una vez más, su nombre se encuentra en el centro del debate literario mundial.

Sobre su obra más reciente también se puede decir que es una biografía novelada, que muestra un período histórico convulso y violento, sobre todo si tomamos en consideración las zonas del planeta en las que Roger Casement realizó su trabajo diplomático. El sueño del Celta está lejos de las mejores novelas del escritor peruano, aunque explora un mundo fascinante y tuvo la suerte editorial de salir publicada pocos días después de que la Academia Sueca anunciase al mundo el nombre del Premio Nobel de Literatura para el año 2010.

Esta novela es una biografía sobre Roger Casement, construida siguiendo las reglas de una ficción que a veces se pierde y se traba por la extensión de los datos recabados y ordenados por el investigador.

El ambiente selvático, los escenarios indómitos, el agitado contexto en el que se desarrolla la obra, las contradicciones y sufrimientos del personaje principal apasionan y seducen; la fluidez y el estilo con el que Vargas Llosa narra sus historias, envuelven y contagian. Al fin, la novela posibilita la biografía y permite profundizar en la vida de un hombre múltiple, idealista y absolutamente literario. El autor es egresado de la maestría en literatura latinoamericana de la Universidad de Costa Rica.