Las altas tasas de interés

¿Qué tiene que ocurrir para que bajen las tasas de interés?

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No nos hagamos demasiadas bolas. Las altas tasas de interés de los últimos meses tienen una explicación fundamental: el Gobierno gasta más de lo que recibe en impuestos y, para cubrir esa diferencia, se endeuda en el mercado interno a un costo creciente.

¿Por qué a un costo creciente? Primero, porque el Gobierno tiene un peso muy grande en un mercado local de dinero, que es muy pequeño. Segundo, porque en ausencia de reformas para ordenar las finanzas del Estado, quienes le prestan plata al Gobierno le exigen un mayor premio o tasa de interés por ese mayor endeudamiento.

Otra razón de peso que explica las altas tasas de interés de los últimos meses, es la reactivación de la demanda de crédito del sector privado para financiar su consumo e inversión. El elevado margen entre las tasas de interés que cobran y pagan los bancos públicos es otro elemento en la ecuación, mas es uno que ha venido gravitando desde hace ya varios años.

¿Qué tiene que ocurrir para que bajen, sostenidamente, las tasas de interés? Es necesario que veamos las altas tasas de interés como un problema o asunto de todas y todos, y no solo del Poder Ejecutivo o de los bancos públicos. Si quisiéramos que las tasas de interés bajen sostenidamente sería necesario que, entre todos los y las costarricenses ordenemos las finanzas del Estado, corrijamos el déficit, y estabilicemos o, mejor aún, que bajemos la deuda pública. Doña Laura o cualquier otro presidente no podría hacer esto solo y necesitaría del apoyo de toda la ciudadanía.

Si quisiéramos tener tasas de interés bajas que perduren, tendríamos que esforzarnos por ordenar el empleo público, estabilizar financieramente los esquemas de las pensiones, eliminar programas públicos de insuficiente rendimiento o que no cumplan sus metas, no exigir ni aprobar ningún nuevo programa que este desfinanciado, muy posiblemente, pagar más en impuestos.

La gran interrogante es si estaríamos dispuestos a hacer esos sacrificios. Y, por supuesto, que los esfuerzos que hicieran los bancos públicos para reducir la diferencia entre las tasas de interés que cobran y pagan, también ayudarían a que las tasas de interés puedan ser menores en el futuro.