El despliegue de arte, tecnología y recursos presupuestados para los actos del 8 de mayo comenzó a mostrarse ayer en el sector norte del parque metropolitano La Sabana.
Un grupo de trabajadores comenzó ayer a montar las piezas de la tarima donde Óscar Arias entregará a Laura Chinchilla los poderes presidenciales.
Se trata de una estructura de aluminio en la que se acomodarán 300 personas, sobre una superficie de 100 metros cuadrados, a 13 metros altura, explicó Adrián Chinchilla, director del Comité Organizador del traspaso de poderes.
La lluvia de ayer por la tarde no frenó el trabajo pues todo está programado para que mañana comience el montaje de las ocho tarimas secundarias, el complemento del escenario en forma de herradura donde se celebrará el traspaso de poderes por la mañana y un concierto por la noche.
El plan es comenzar el viernes con el montaje del sistema audiovisual, base para un sofisticado espectáculo que prometen los organizadores, cuyo costo económico es aún un misterio. “El precio que tiene esto es el que se merece la democracia”, contestó ayer Francisco Villalobos, quien está al frente del trabajo que realizan cinco empresas en audio, video y luces.
También en la parte artística está en proceso. Unos 200 técnicos y 200 artistas se arrollan las mangas para comenzar los ensayos a partir del próximo sábado. Hay dispuesto un sector para el público que quiera ver cómo se construyen las esferas de mimbre o cómo serán los bailes y otros espectáculos.
Los organizadores pretenden convertir el traspaso de poderes en una “fiesta para el pueblo” y no solo para las delegaciones internacionales presentes.