La pasión por el futbol cautiva a zonas lejanas

300 jugadores de zonas indígenas llegaron para vivir el intercambio cultural

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Con perseverancia y pasión, cerca de 300 jugadores de distintas zonas aborígenes del país llegaron hasta La Sabana para disputar la segunda edición de la Copa Indígena.

El único requisito para estar en la cancha era compartir la experiencia intercultural.

No importaban las líneas perfectas, tampoco quién marcaba al contrario, lo primordial era disfrutar y como toda rivalidad anotar para avanzar a las semifinales.

Así transcurrió la mañana, hombres y mujeres de los 11 hasta los 18 años de edad, dieron lo mejor de sí para poner a su comunidad en lo más alto de la tabla.

En total eran 11 equipos en cada rama que se dividieron en tres grupos. Se fijó que el mejor ubicado disputará hoy la semifinal y la final, en el estadio Ricardo Saprissa.

Jóvenes de las reservas de Térraba, Zapatón, Matambú y Maleku, entre muchas otras, tomaron el desafío y, sin dudarlo, llegaron a vivir la experiencia.

“Somos las actuales campeonas y eso es complicado porque todos los ojos están sobre Conte, entonces es un compromiso mantener el trofeo. Estar aquí es importante para conocer otros territorios y compartir culturas”, expresó Laura Espinoza, la entrenadora de Conte Burica, el actual monarca.

Por su parte, el capitán Anderson González, de la zona de Matambú, Guanacaste –un equipo debutante en la Copa–, detalló ayer el trabajo que han realizado.

“Para venir aquí practicamos mucho con nuestro entrenador, tenemos la fe de ganar. Nosotros como equipo nos llevamos muy bien, nos comunicamos y entrenamos todos los días después del cole ”, aseveró González.

Obstáculos. Con todos los puntos a favor, no todo es color de rosa. Para llegar a esta Copa Indígena, cada uno de los futbolistas tuvo que trabajar duro durante el año, no sólo para ganarse un cupo, sino también para salir adelante.

Mientras unos vencían las fronteras, otros trataban de ser perseverantes y no caer en los vicios.

“Las muchachas se desplazan entre tres a cuatro horas para poder entrenar, practicamos una vez al mes, ya que geográficamente es difícil el camino”, agregó Espinoza sobre sus pupilas.

“Esto es muy difícil porque desde que empezamos gente de la comunidad estuvo opuesta por lo que hacemos. Allá, se dan muchos problemas por drogas, entonces nos ven como lo peor, y no nos dan credibilidad a que podemos hacer grandes cosas”, aseguró el goleador de Boruca, Emanuel Lázaro.

Los equipos clasificados a semifinales son Conte Burica, Térraba y Talamanca, en femenino; y Boruca, Matambú y Talamanca, en masculino. Queda por definir una serie que se jugará hoy a las 8 a. m.