‘La inteligencia artificial ya está en nuestros teléfonos celulares’

Que las computadoras nos entiendan, que las computadoras nos respondan. El trabajo de este doctor en Ingeniería Eléctrica y Computacional por la Carnegie Mellon University promete tener aplicaciones muy cotidianas. La inteligencia artificial ya está a nuestro lado y este mexicano tiene su cuota de responsabilidad.

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No son máquinas que amenacen con tener conciencia de su propia existencia y quieran eliminar a los humanos, pero lo cierto es que cada vez dependemos más de ellas.

La inteligencia artificial llega cada día a más campos de la vida humana, y esto lo sabe bien Juan Manuel Huerta, un mexicano que trabaja en este tema en el Centro de Investigación Thomas J. Watson, de la compañía IBM.

Huerta participó este jueves en el TEDx Pura Vida 2011, donde dio una charla precisamente sobre inteligencia artificial. Antes, el también experto en el reconocimiento del lenguaje y traducciones automáticas dio una entrevista a La Nación. A continuación, un extracto de la conversación.

¿Para cuál escenario trabaja usted? ¿Qué es lo que usted quiere que se logre?

En el mediano plazo, me gustaría mucho ver sistemas que permitan comunicación en tiempo real entre humanos que hablen diferentes idiomas.

“Muchos de los sistemas actuales no permiten este tipo de comunicación en tiempo real. Los sistemas como el de Google en el teléfono celular nos permiten traducir y reconocer frases pequeñas y relativamente simples, pero una conversación como la que estamos teniendo, no es posible realizarla con la tecnología actual. Espero que estos sistemas puedan llevarse al tiempo real y a un nivel de complejidad más alto”.

El reconocimiento de voz tiene mucho que ver con la inteligencia artificial. La máquina debe tener “inteligencia” para comprender las frases y órdenes que le están dictando. ¿Es así?

Exactamente. La inteligencia humana es muy compleja y hay áreas asociadas con características humanas como la creatividad, las emociones, la iniciativa y la curiosidad, por ejemplo. No esperamos que una computadora tenga esos atributos en el futuro cercano. Cuando nos referimos a “inteligencia artificial”, ahora tenemos una definición mucho más simple con el fin de progresar. Una definición es que un sistema de inteligencia artificial es aquel que puede realizar una tarea tradicionalmente asociada con inteligencia humana como, por ejemplo, reconocer la voz, traducir de un idioma a otro o jugar ajedrez.

“Los que pensamos que solo el humano lo podía hacer, pero lo puede realizar una computadora, entonces decimos que eso es inteligencia artificial.

“De tener computadoras que puedan realizar estas labores a tener una computadora con atributos humanos, aún hay muchísimo que se necesita hacer. No estamos tratando de imitar los mecanismos que sigue la mente humana, sino computadoras que puedan realizar las mismas labores”.

Son conceptos muy distintos...

Sí. A mediados del siglo XX, cuando se comenzó a trabajar en esta área, no era tan clara esa distinción y mucha gente pensó que las computadoras fácilmente podrían tener características humanas como la curiosidad, la moralidad y la iniciativa. Esas características forman parte del espíritu humano, y actualmente no creemos que lograr estos atributos sea tan necesario. A lo mejor se pueden lograr, a lo mejor no, pero lo que sí podemos hacer ya son computadoras que realicen labores que antes se creía que solo el intelecto humano podía realizar.

Si utilizamos este concepto de inteligencia artificial, bien podríamos decir que la inteligencia artificial lleva tiempo entre nosotros.

Exactamente. Y no solo eso, estos sistemas ya son parte de nuestra sociedad, afectan la forma en que vivimos y nos aportan un beneficio como sociedad. Sin embargo, lo más interesante es que tomamos un sistema como el que usan las computadoras que juegan ajedrez, como el que reconoce la voz humana o como el que va a jugar en el programa de televisión estadounidense de preguntas y respuestas Jeopardy la próxima semana, y vemos que los métodos que existen detrás de estos sistemas tienen mucho en común con sistemas que usamos en la vida diaria.

“Por ejemplo, si uno va al hospital y se saca una resonancia magnética, se usa este tipo de sistemas. No tienen el mismo algoritmo (fórmula matemática gracias a la cual funcionan), pero tienen la misma idea: lo que hacen es realizar análisis matemático, un análisis numérico, y producir un resultado basado en toda esa información que están observando.

“Aunque no los llamamos tradicionalmente sistemas inteligentes, esos sistemas ya nos ayudan en la vida diaria, y es el mismo caso de los sistemas de predicción del clima”.

La inteligencia artificial dejó la computadora gigante exclusiva de una universidad o del Estado y ahora está en dispositivos cada vez más pequeños...

Como los celulares, y eso es importante. Las computadoras de 1940 y 1950 eran muy grandes. Un dispositivo portátil como un iPad o un iPhone tienen procesadores que pueden realizar más cálculos por segundo que esas computadoras iniciales. Todo eso ha beneficiado la inteligencia artificial. A fin de cuentas, el procesador que existe en un celular o en una portátil es similar a los que existen en la computadoras más poderosas.

“Los algoritmos más avanzados para reconocer en tiempo real y con mayor precisión son similares a los que corren en un celular, pero son más pequeños, se reducen para que puedan correr ahí, pero en el fondo están basados en lo mismo”.