Nueva Delhi. EFE La India celebró ayer con sobriedad el 137 aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi, el hombre que guió a 400 millones de indios hacia la libertad y que se convirtió en el ícono mundial de la no violencia.
El presidente indio, Abdul Kalam, encabezó por la mañana en Nueva Delhi la celebración oficial del Gandhi Jayanti , el aniversario del nacimiento del Padre de la Patria de la India.
Kalam presentó una ofrenda de flores en el Rajghat, el monumento de piedra negra situado en el lugar donde fue incinerado Gandhi tras su asesinato en enero de 1948, donde decenas de personas se congregaron para la ocasión y entonaron cantos devocionales.
En este lugar se llevó a cabo una misa ecuménica en la que participaron fieles de las confesiones hindú, budista, cristiana, islámica, jainista, judía, zoroastra, sij y bahai, en recuerdo de las enseñanzas de Gandhi, que luchó contra la violencia y el odio interreligioso que dividía en su época a la India.
También asistieron a la ceremonia e hicieron ofrendas florales el primer ministro indio, Manmohan Singh, y la jefa de la alianza gobernante, Sonia Gandhi, así como varios ministros del Gabinete y el líder de la oposición, L.K. Advani, además de otras personalidades y cientos de niños.
Cada viernes, día de la muerte de este pacifista, decenas de indios y turistas acuden al Rajpath a orar y rendir homenaje al Mahatma, nombre que le fue dado por sus seguidores y que en sánscrito significa Alma Grande.
Durante todo el día de ayer no se sirvió alcohol en los bares y restaurantes del país y los principales periódicos dedicaron sus páginas a recordar las enseñanzas de Gandhi y a alabar su memoria.
Paz. Entre otros pequeños actos de homenaje, resaltó la llegada a Nueva Delhi del llamado tren de la paz , que transportó a una cincuentena de estudiantes desde Bombay hasta la capital india.
Los niños, de entre 10 y 15 años, repartieron información sobre Gandhi al resto de viajeros durante el trayecto y a su llegada a Nueva Delhi visitaron el Rajpath, donde escribieron cartas de amistad y paz dirigidas a niños de Pakistán, país tradicionalmente enfrentado con la India.
Uno de los lugares donde el día de ayer se celebró con más emoción fue en la pequeña localidad de Bhatra, en el estado de Orisa, en el norte de la India, donde los habitantes del pueblo han convertido a Gandhi en su dios particular.
En el templo del pueblo, una réplica de Gandhi reemplaza la típica imagen de alguna de los cientos de deidades hindúes, y los habitantes se reúnen allí cada día al amanecer y anochecer para participar en una puja , celebración religiosa hindú.
Una editorial benéfica eligió el día de ayer para presentar libros educativos para niños sobre la historia de la India y sobre la biografía del famoso Gandhi.