La Cuneta puso a Siquirres de cabeza

Arrasadores El martes no hubo quien se resistiera a la música de los nicaraguenses en Limón. El grupo armó un bailongo en la plaza

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Siquirres, Limón. A punta de cumbia, tambitos, rock y hasta reggae, la agrupación nicaraguense La Cuneta Son Machín hizo que los siquirreños armaran un fiestón en la plaza de su comunidad, el martes.

Por una disposición de la producción, los artistas comenzaron su presentación media hora antes de lo estimado, a las 9 p. m.

En ese instante, quienes estaban paseando por el centro deportivo, fueron sorprendidos por una descarga de ritmos, que iban desde el tambito al reggae, fusionados en el Popurrí nica.

La combinación de instrumentos de la banda (guiros, marimba, batería, guitarra), sumada a la potente energía de sus intérpretes, acabó por convertirse en un amor a primera vista entre el grupo y los caribeños, que cuando oyeron que aquello era un bailongo salían por montón de los comercios y las casas, para agitar el esqueleto con la primera persona que los invitara.

Fue entonces como los chiquillos de colegio dejaron sus bolsos a un lado para tomar las manos de sus compañeras y llevarlas a bailar al frente de la tarima, donde un considerable número de personas comenzó a moverse.

Los adultos mayores no se quedaron atrás, y con Catalina y Santo Cachón movían las caderas a paso lento, pero con un sabor que envidiarían las veinteañeras.

“Esto es perfecto, es algo para llenar el espíritu. Deberían traer más de estos espectáculos a Siquirres”, comentó Cecilia Barrantes de 75 años, quien asistió con sus dos hijas Lorena y Ana. Las tres gozaron bailando Zafarrancho, en una versión de cumbia y rock.

Además de la oportunidad de bailar, para algunos nicaraguenses que viven en Limón, el concierto del martes fue la oportunidad perfecta de compartir con sus hijos la música de su tierra. Un ejemplo de esto fue Manuel Aguilar y su hija Jazmín, de 12 años.

“Yo tengo 22 años de vivir aquí y nunca había oído algo como esto. Este grupo es maravilloso, esa mezcla de sonidos y culturas es increíble porque agrada a la gente joven y me recuerda a mi país. Yo traje a mi hija para que ella conozca cuáles son sus raíces”, aseguró.

A eso de las 10 p. m., La Cuneta Son Machín comenzó a decir adiós. Lo hizo con dos canciones: La del moño colorado y El Chile.

El público se resistió a dejarlos ir fácilmente, y los hizo regresar al escenario para interpretar El cangrejitoplayero, con la que le pusieron punto final a aquella inusual celebración en la plaza.