Jóvenes y profesionales conviven con la angustia del desempleo

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Corresponsales

José Andrés Bonilla, de 24 años, tiene dos años de dejar currículos en empresas, pero sigue desempleado. Piensa que tener solo el bachillerato del colegio es el principal obstáculo que le impide tener un trabajo. Por eso, al terminar la secundaria, estudió lenguaje Lesco e hizo un curso técnico de reparación de celulares. Él es parte del grupo de jóvenes, de 15 a 24 años, que está sin trabajo, y que representan casi la mitad del total de desempleados del país, según la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del Instituto Nacional de Estadística y Censos.

“Todo ha sido en vano, me dicen que me llamarán, pero nunca lo hacen. A veces es frustrante, pero me doy optimismo con el refrán de que ‘persevera y vencerás’, y sigo en la lucha para conseguir ese empleo”, dice este joven, de Paraíso de Cartago.

La guanacasteca Lizza Quesada, de 24 años, comparte con José Andrés el sentimiento de impotencia al no encontrar un empleo. Sin embargo, a ella se le añade que tiene una alta calificación, pues es licenciada en Administración de Empresas.

Precisamente, los graduados universitarios fueron, al último trimestre del 2012, un 10% del total de las 214.101 personas sin trabajo. Es la primera vez que los trabajadores más cualificados alcanzan, en la ECE, un porcentaje tan alto de desocupación.

“Tuve un trabajo temporal en una municipalidad. Luego me salió una oportunidad en un banco al que fui a recibir una capacitación. Pensé que mi preparación en banca y finanzas me ayudaría, pero al final no me contrataron”, comenta Quesada. Colaboró el corresponsal Carlos Hernández