Jaime Gamboa hace música narrando cuentos

Su primer libro describe ficciones sobre la música y sus artistas

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Los oficios de Jaime Gamboa se mueven entre la nota musical suspendida en el tiempo y la palabra colgada del papel. Gamboa es músico y letrista del grupo Malpaís, y recientemente se ha revelado como narrador con el libro La orquesta imposible (Ojalá Ediciones, 2009).

La obra recoge siete relatos que cuentan las historias de intérpretes y compositores. Como ejemplos, Gamboa inventa las vidas del ensayista nicaraguense Justino Blandón, de la tanguera inmensa María de Lucca y del mítico Trío Anexión, cuya historia de hermandades y traiciones se trenza con la fantasía de sus cien piezas.

En palabras de la escritora Tatiana Lobo, en el libro “el ritmo y fluidez de la prosa, la certera plasticidad de las imágenes y el premeditado humor que las matiza ensamblan, para mayor placer de la lectura, al músico, al narrador y también al poeta”.

Estilos diversos.“Parte de lo entretenido en mi experiencia de narrador es encontrar la mejor manera de contar cada relato”, expresa el escritor.

A la par de la acción del relato, el autor suele incorporar muchas figuras retóricas, como, por ejemplo, el símil “La carretera entre Santa Cruz y Nicoya se acuesta como un culebrón sin color debajo de la luna”, dicha por el protagonista de Pedro Nolasco y las estrellas. No obstante, Gamboa revela que él trata de no buscar la retórica como un valor en sí mismo.

“Un relato puede hacer uso de las figuras mientras la poesía no oscurezca la narración; pero también me gusta cuidarme de no perder vuelo porque me aburro si no hay poesía en el relato”, advierte.

Narración multimedial. Gamboa empezó a escribir los primeros cuentos de La orquesta imposible hace más de diez años, y hace dos terminó el último. A partir de ese momento empezó a mostrar su trabajo para saber si valdría la pena publicarlo.

Entonces fue cuando Luciano Capelli –quien es productor ejecutivo de Papaya Music y sería el editor del libro– le propuso escribir y grabar algunas de las canciones del imaginario Trío Anexión. Así nació La canción de Adán, disco coproducido con su hermano Fidel y su tío Max Goldenberg, y que se vende junto con el libro.

El escritor se siente cómodo creando esa ambiguedad entre la realidad y la ficción, en que los personajes de sus cuentos parecen haber hecho obras que perduran. “Me interesa desmitificar el concepto de lo real: vivimos bajo una idea falsa de que existe una realidad incuestionable, pero lo cierto es que nuestros sentidos nos engañan, la historia nos engaña”, expresa Gamboa.

Además del disco, las historias se ramificaron en la exposición Notas insólitas, en la galería de Teorética, y en el blog Fundación Blandón (fundacionblandon.blogspot.com), que reproduce los supuestos ensayos del personaje.

Reafirmando esa convicción de que se debería violar esa cerca que aísla lo imaginario de la realidad, el escritor Gamboa concluye: “Creo que dentro de uno mismo existen muchas personas; Justino Blandón es un álter ego que dice cosas que tal vez Jaime no dice, pero es tan real como yo”.

Los oficios de Jaime Gamboa se mueven entre la nota musical suspendida en el tiempo y la palabra colgada del papel.